viernes, 26 de agosto de 2011

En el umbral del fuego

11 Receta Sushi de estrellas y flores con un toque de amor

La comida del cielo es un arte ocioso.

Ingredientes

Núcleo estelar
• 200 gramos de Deuterio bien alegres
• 3 trocitos de Tritio a punto de llorar
• 7 discos de Helio-4 de la paz
• 50 gramos de Neutrón desnudo

Manto esférico
• 17,59 MeV de esencia de amor
• 4 planchas de Hierro cortadas en rodajas
• 12 barras de Níquel al diente
Flores verticales
• 2 Orquídeas salvajes
• 3 Lirios silvestres apanados
• 5 Botones de oro almidonados con telos
• 4 Árboles del cielo en partes iguales

PREPARACIÓN

Núcleo estelar. Lavar el Deuterio hasta que despida todo el olor a infinito y quede bien transparente. Colocar en una olla con partes iguales de Tritio, tapar y llevar a hervir hasta que se consuma sus lágrimas y él se torne bien tierno. Agregar los 7 discos de Helio-4 y el Neutrón desnudo. Dejar tapado por 7 eternos minutos y servir sobre una placa de titanio cuántico.

Colocar en una cacerola las 12 barras de Níquel y los 17, 59 MeV de amor, llevar a hervor y dejar reducir su naturaleza. Agregar las 4 planchas de Hierro sobre este Manto esférico caliente y mezclar, cuidadosamente, cortando con una espátula el Deuterio sin aplastar ni revolver, luego llevar a enfriar y reservar.
Limpiar las Flores verticales, pasar por leche cósmica mezclada con el perfume de la Nada y empanar. Colocar las Flores en los palillos de brochette atómico y freír, reservar. Extender las Flores fritas sobre una plancha de alga de la Tierra y, en cada una, llenar de Manto esférico cada alga de la Tierra. Colocar el Núcleo estelar en tres planchas de titanio cuántico y, en el margen superior, colocar una tira de tres lirios empanados, y envolver con la misma alga de la Tierra. Extender nuevamente los tres lirios y cubrir con los 5 botones de oro almidonados con telos. Colocar en forma oblicua, en el extremo más inferior del alga de la Tierra, disponer sobre ésta los 4 árboles del cielo en partes iguales. Envolver con la misma plancha de alga de la Tierra. Pasar este roll milenario por el ojo de una aguja y luego cortar en 70 piezas de 1 cm de ancho. Sazonar las piezas con salsa de esperanza y servir con lujuria.



8 En la carne de la otredad

"La otredad es un sentimiento de extrañeza
que asalta al hombre tarde o temprano,
porque tarde o temprano toma, necesariamente,
conciencia de su individualidad."

Octavio Paz


Con un pié en el pasado
Y el tercero en el futuro
La otredad me parece
…nuestro presente sello.



7 La ternura desnuda en la calle

La ternura cayó del cielo
En el día de San Valentín
Está desnuda en la calle
Y le llamamos Vacío.



5 El sonido del aplauso

El sonido del aplauso
… con una sola mano…
Es la única esperanza
…de Pandora.



1 En el umbral del fuego

En las cenizas cósmicas del alma
Las huellas de nuestros ancestros
Dejaron sus semillas en los cuencos
Como bellotas en el umbral del fuego

Hoy herederos de esa inmortalidad
Anhelamos los ojos del eterno retorno
De las raíces que empujan la felicidad
Hacia nuestros sueños más profundos

En el umbral del fuego… el tiempo
Se desintegra como los relojes de Dalí
Y las preguntas allí mueren y duran
Como tiernas respuestas sin trama



En el umbral del fuego… la vida
Se baña más de dos veces en el mismo río
Quién no ha podido recuperar la belleza
… aún sigue apolillando el misterioso origen

En las esquinas del tedio y el dolor
…y así… ciegos… comemos podridas
Manzanas… y olvidamos que la esperanza
…orilla la sencillez de las estrellas.



miércoles, 24 de agosto de 2011

Oráculo del amor

Proema 10


Hay que colocarle magia a la realidad,
en vez de luchar para que se haga mágica.

Anko



La sabiduría de sonreír en la noche
Donde mis labios ganan todos tus sabores
Donde los duendes que nos devoran
Se embriagan con nuestra gota de amor
Que resplandece entre las sábanas
De tu cama hecha del azul armiño.

Las grandes inmensidades de la carne
Entre los huesos y el cansancio del sigilo
Al frente los faros a luz tenue
Y nuestras manos surtidas de las caricias
Que se agitan y se trinan como dos soles insistentes.

La palabra se mantiene dentro de la boca
Las candelas se encienden en el corazón
Y entre los altos postes de la memoria
Los pájaros canturrean la música dulce
Y los sueños se multiplican en nuestro destino.


Proema 11


Los olores guardados de nuestro bosque
La mirada desconocida de dos soledades
En los tiernos cuerpos
Con los sabores de nuestro sexo
Hollan el peso del pecado
Heredado en siglos.

Las placenteras manos de los dientes
Muerden nuestras sonrisas
Arrancan las telas del silencio
Y las hojas de las flores muertas
Renacen con nuestros suspiros.

La sed y el hambre de arañar el alma
Abrasan nuestras cansadas recámaras
Y volvemos al centro de nuestros muros
Derribamos las pálidas llanuras del frío
Del dolor invisible y de la alegría perdida.

¡Nos recobramos el aliento
Y entonces nos damos enteros
Al eterno momento presente
Que no huye nunca de su propia sombra!

Proema 12



Este proema 12 es como los discípulos solares
Que colorean los días
Con las plumas vírgenes de los astros
Es como los hermosos océanos
Que derraman las gotas de la contemplación
Como deseos que se desdoblan a sí mismos.

Y he aquí el secreto más diáfano
Dos rostros admirables
Siendo cómplices del asesinato de la soledad
Con lágrimas de alegría escurriendo de sus pupilas
Y una nota musical invisible
De amor y de candor y de sueño.

Proema 13

El amor inventa al amor.

Anko




Por un momento
Me separé de ti
Pero me acompañaste pronto
Y cuando te tendí los labios
-Los tuyos se hicieron aún más dulces en mí-.

Cerré los ojos para verte
Abrí la boca para besarte
Cerré los brazos para asirte
-Por no tenerte ahora-.

Por un momento
Me separé de ti
Y tuve que transitar solo ese instante
Para separarme de mí mismo
-Y volverme iluminado e inventarte cerca-.

Proema 14



Ayer
Enredado en tu piel dulce
Me traje algo de ti
-Como quien entra al océano
Y sale con el azul del cielo
Entre las manos-.

Proema 15

“mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos”.

Mario Benedetti



En cambio mi táctica es
Acariciarte
En esa hoja extendida
Hacia lo alto del árbol.

En cambio mi táctica es
Sentirte
En las paredes anchas
Que mis manos tocan.

En cambio mi táctica es
Olerte
En la fragancia de las flores
Que ese jardín me ofrece.

En cambio mi táctica es
Verte
En las orillas de la cama
Coqueteándome.

En cambio mi táctica es
Palparte
En las orillas del sol
En este lado del mundo.



Mi estrategia es
Entonces
Y sin lugar a dudas
Que ese día cualquiera
Sabiendo cómo
Y olvidando todos los pretextos
Por fin me ames.

Proema 16


Con estas letras
Sal de mí
Santa puta
Sal y vuelve
Que me dueles adentro
Que me hierves la sangre
Que me robas el soplo
… me tienes justo.

Sal y habla
Sal y canta
… me tienes bello.

Sal y grita
Sal y calla
… me tienes bueno.

Sal y ama
Que este placer es tu parto.


Proema 17



Hoy
Este día fue una inmensa explosión
Todavía sigues aquí
Y tu desnudo cuerpo
Aún está descansado sobre mi cama.

Hoy
Este día fue una mano hecha deseo
Un tendido regocijo en este jardín de sudores
Hemos florecido como dos cálices de leones.

Sí hoy soy menos y más dulzura
Es porque me levanté contigo
Y cuerpo a cuerpo nos adherimos
Con el agua y la sangre entre las manos
Y repartimos el pan y el vino
Asesinándonos hiriéndonos y calmándonos
Con las flechas de nuestro fuego
Con los mordiscos los soplidos y la succión de nuestros labios
Nos matamos y reaparecimos a la vida
Tocándonos la inflamada boca
Con la yema de nuestros dedos de pluma
Acariciándonos nuestros piadosos cuellos
Nuestras húmedas espaldas y nuestros afanosos brazos.

Te arañé el alma con mis uñas de acero entonces y
Con tus uñas de plata me apañaste la mía.

Hoy fuimos el futuro escrito en las murallas de nuestros gemidos.

Hoy fuimos el crepúsculo y el ocaso dormidos sobre las sábanas.

Hoy te amé… y también me amaste
Fuimos dos tigres en perfecta sincronización
Descendimos y ascendimos grandes montañas
Conocimos el infinito y fuimos la mismísima belleza
… hoy dejamos de existir para sí mismos
Y fuimos el lenguaje de la risa.




Proema 18


Apenas te marchaste
Ya te deseaba tan cerca
¿Acaso al separarme de ti
Me olvidé en tus manos
En tus labios y en tu corazón?

Tendí las sábanas
Y me apareció tu aroma
Escondido entre los pliegues
De este bisoño pasado...
Te olí te palpé te miré
Y te invité al amor
Nuevamente.

Ven -te dije-.
Me dijiste con tu mirada llena de júbilo… sí voy.
Te quemé entonces con mi bosque de manos
Y te me arrancaste del vacío y te me acercaste
Como una felina en celo cincelando su territorio.

El hambre nos inundó la piel de agua
Pronto nos abrazó como a dos girasoles preñados de sí mismos
Y la sed de los estanques repletos de abundancia y de esquinas
Pregonaron por todas partes la forma de nuestra alegría.



Proema 23


Con mucho respeto y cautela la barrera
Del silencio la forzaremos con el amor
Por eso el alma vendrá con nosotros
A desatarnos del yugo de la realidad cruda.

Y en esa loca carrera el temor
Derribaremos con la forma de lo indecible
No sin antes haber visitado a los demonios
Que nos habitan como imágenes y como recuerdos.

Aquella a quien mis ojos y corazón se han fijado
Ha despertado el bienestar y la inagotable pasión
De que sólo ella pueda con sus dulces euforias
Invocarme con profunda y especial interioridad.

Estar enamorado de ella me enfrenta a lo incomprensible
Porque solo su rostro tiene para mí la respuesta exclusiva
Que sacía mi mundo con la fuerza impulsora de la excitación
Y he ahí entonces la ventana que me abre al exterior y a mí mismo.



Proema 24


“Dame tu mano, vuela conmigo,
seremos soledades y cuentos compartidos”.

Alejandro Filio


Sueño con la noche desierta… tu rostro en mi cama
Y debajo de las sábanas hay estrellas y alondras
Todo y nada y tan sólo tu aroma hablándome
Recordándome tu cabeza reclinada sobre mi pecho.

La luna tibia entra por mi ventana
Y yo siento que es tu boca besándome
Tragándome como una sonrisa en tus manos
Como una melodía lasciva en tus labios.

Sueño con la noche desierta y entre su sueño modesto
Caminamos juntos los cerros del horizonte y mi silencio
Somos entonces ese sueño modesto y esa noche desierta
Y nos fugamos a la inocencia y a la picardía de nuestra gesta.

Dame tus manos aletea conmigo
Seremos lobos solitarios y barcas contiguas.



Proema 25

Mientras dura
El amor permanece definitivo y perenne
Y nadie puede amar si desconoce esa eternidad
En ese momento nos sentimos desorientados
Perdemos nuestro norte y ganamos nuestro centro.

Nos sentimos extraños porque estamos amando
Y la realidad se nos derrite como nieve al sol.

Aparece ella entonces nuestra Eva nuestra Helena
Nuestra María Magdalena nuestra Beatrice
Nuestra Isolé nuestra Dulcinea nuestra Ananka
Y tal como la luna
Nos crea formas ilusorias
Como fuente de infinito placer.

Nos ponemos en sus manos blandas e inmensas
Y he ahí el origen de nuestra propia alegría.

El amor es una emoción imposible de evadir
Y haya de quienes no han pasado por esta condición
Están como piedras muertas por dentro
Y sus corazas son tales que no sienten nada
Están eternamente mudos.

Nos sentimos desolados porque hemos sido desequilibrados
Y devueltos al contacto candoroso con nosotros mismos.

La muerte se asemeja al amor y es inaceptable de vivir
Nos arrastramos hacia el más espantoso de los espectros
Y tal como el amor la muerte nos violenta haciéndonos trepidar
En la necesidad de vivir en la soledad para dos.

Nos fascinamos irresistiblemente porque nos seducimos por la forma de ser
De moverse del otro
Por esa mirada
Por esa voz
Por esa boca
Por ese encanto
Que revelamos y sucumbimos
bellamente.

Nos descubrimos entonces a nosotros mismos porque llegamos a conocer
Nuestras sombras más íntimas
Y ahora nos miramos maravillados porque los temblores agitan nuestro ser.



Proema 31
El amor es el reencuentro
entre dos soledades.


Te amo
Pelo y sonrisa
Te amo
Labios e ironía
Te amo
Boca y solidaridad
Te amo
Objeto y sujeto.

Te amo
Carne y mirada
Te amo
Sexo y energía
Te amo
Cuerpo y alma
Te amo
Objeto y sujeto.

Te amo
Y me convierto en cuerpo
En tus manos
Y no obstante
Jamás quitaré el velo
Al misterio de ser tú misma.

Te amo
Y tocarte y acariciarte
Es conocerte y amarte
En la frescura de tu secreto
Llamado sin nombre
Entrada sin salida.

Te amo
Y te aprieto contra mi pecho
Como mi madre
Me apretaba contra sus senos
Y te descubro algo algo
Tal vez esa vulnerabilidad
De haberse enamorado
Desnudándome
En tus brazos abiertos.



Proema 34


Cuando te echo de menos
Dos por dos son cinco
Diez por cinco son treinta y tres
Treinta y tres por cero son treinta y tres segundos.

Un segundo son treinta y tres minutos
Treinta y tres minutos son treinta y tres siglos
Treinta y tres siglos es mi corazón
Y si multiplicas mi corazón por treinta y tres minutos
Podrás saber cuántos segundos te he amado.



Proema 41


No puedo estar sin tu cuerpo
Que aún tendido sobre mi cama
Desnudo como las sábanas dulces
Me disuelve como mil besos en tu piel
Y no puedo y quisiera más de ese incienso.

Cuando llegue el momento tan esperado
Nos iremos los dos nos iremos
Como dos besos locos a nuestro nido de amor.

Y allí nos morderemos la piel nos morderemos
Los ojos nos morderemos hasta las muecas
Y nuestras sombras también la morderemos
Como dos gatos en celos y preñados de pasión.

No puedo y no quiero estar sin tu cuerpo
Y aún así estoy consciente de esta encantadora ilusión
De mordernos hasta el alma y el corazón
Para no morirnos jamás.



Proema 44
Es el temor al abandono
lo que nos quita la fe en el amor.


El amor te inventa
Un espacio sagrado
Un lugar secreto
Un seno
Donde ocurre tu fe e inteligencia.

Y entonces buscas la vida
En los suaves labios de ese tú
Solamente para quedarte allí
Por siempre.

Podrías acostarte con una veintena incluso
Mas sólo su boca es tu profunda ternura.

Entonces le acosas con tus pequeñas alas
Con tu fe ciega y tu dramática situación
Y he ahí el origen de tu incertidumbre
Tu caída deja entrever el entramado velo
La pérdida del otro no era una mera posibilidad.

Y no obstante
El amor es el lugar sagrado
Para vivirse y saborearse eternos.



Proema 53


Con nostalgia te invito
A la senda de la montaña más alta
Allí donde los árboles cantan
Y los cóndores agitan sus alas.

Al recuerdo tierno te invito
Donde nos permanecimos mudos
Templándonos en la tempestad del tiempo
Allí te invito mujer hecha de ensueños.

Al canto de los Unicornios te invito
A cenar el banquete de los amantes
Y que en cada copa de buen vino
Nos repletemos como antes.

Así mujer hecha de ensueños
En la tarde del profano silencio
Ahí te invito yo al infinito
Y ahí te nombro y ahí me muero.



Proema 57



Ya sé -en realidad- ya se huele que no estás
-En realidad- ya sé que te espero animado
Y que me es triste este tu viaje tan merecido
Pero -en realidad- no puedo mentirte
Es tu lejanía mi frío de otoño.

-En realidad- rememoro los instantes que pasamos juntos
Las caricias suaves que nos dimos en ese callado verano
Sí -en realidad- con tanto cariño nos dijimos amarnos
Pero -en realidad- no puedo mentirte
Es tu lejanía mi frío de otoño.

-En realidad- hoy estoy tan solo
Solo de tu amor de tu risa y de tu tibio calor
Hoy estoy tan solo sí es realidad
Pero -en realidad- no puedo mentirte
Es tu lejanía mi frío de otoño.

-En realidad- amor
Sé que las hojas caídas no vuelven al árbol
Y hoy estoy nostálgico como una luna menguante
Pero -en realidad- no puedo mentirte
Es tu lejanía mi frío de otoño.



Proema 63
Y la muerte no tendrá dominio.

Dylan Thomas


Es el odio el que no tendrá dominio
Y las mujeres y los hombres desnudos serán uno solo
Con la mujer en el sol y el hombre en la luna.

Es el odio el que no tendrá dominio
Cuando las mujeres y los hombres suelten y retengan juntos
Tendrán entonces más estrellas y menos tristezas
Enloquecerán más y estarán menos calculadores
Y aunque hundan sus cabezas en el lodo
Volverán a erguirse… ahora enloquecidos de amor
Y aunque pierdan sus corazones en la vida
No desaparecerán jamás de la faz de la tierra.

Es el odio el que no tendrá dominio.



Proema 65


El verso más bonito del poema
más corto sólo tiene dos palabras:
¡Te Quiero!

Anónimo


Día 14 de febrero de 2007
En realidad era el 15 de febrero
Cuando se llevaba a cabo la famosa celebración Lupercaliana
Durante la cual se sacrificaban animales
Para curar la infertilidad de los malditos
Con los azotes ensangrentados de la piel de las bestias.

Sin embargo como después de Cristo todo el pasado
Fue pagano… entonces el papa Galesio
Prohibió esta hermosa celebración y el festival
El festival lupercaliano del 15 de Febrero
Saltó al 14 de Febrero, día de San Valentín
El Santo más popular de la época (494)
Y de quien se forjó la leyenda
De que era protector de los enamorados
(¿Una forma de esconder el rito antiguo de la fertilidad?).

Y henos aquí en este día
Tan lucrado por las grandes tiendas
Y si bien hoy no permitimos que nos azoten
Con tiras de animales ensangrentados
Nos permitimos sí que nos azoten
Con la correa del consumismo
Que resulta ser más rentable
Que un ritual religioso añejo y anticristiano.

Y para que este alegato no quede vacío
Te ofrezco mi amor ensangrentado (te quiero)
Con las correas de mi ser fecundo y delicado
Y así esta historia se transforme en un mito
Y nos fertilice todos los días 14 de febrero.



Proema 69


Atraco en tu playa
Como un barco ebrio de amor
Ahora tengo todo el tiempo del mundo
Para pedirte un beso una caricia y una flor.

Toco el alma de tu arena
Y te me deslizas entre las manos
Te me escurres bella y tierna
Como una odalisca ardiente y mansa.

Ahora te amo más que ayer
Y me amas más mañana que hoy
Estamos hechos de garbosos puentes
Y preparamos el viaje hacia la culminación.



Proema 70



En la vida breve y transitoria
Mis huesos se eternizan en los tuyos
Eres tan colosal como las gaviotas
Y tan niña como las mariposas en primavera.

Me regalas la belleza tendida en tu cintura
Y la verdad en tus senos altos y blandos
Me das el alimento que necesito
Cuando la noche ya no hace brillar a la luna.

Abres tu corazón y gota a gota
Caes sobre mi pecho enternecido
Eres tan exquisita como las frambuesas
Y tan sensual como la danza del día.

Me arrebatas el aliento y la vida
Llenándome en tu pozo de frutas
Y con tu rama de sombras dulces
Vas besándome el alma descalza.

Entonces de repente susurras
El río fascinante del placer contenido
Y yo entonces también balbuceo
La tibieza de esa nuestra canción.




Proema 75


¿De qué se trata…?
De removernos en una consciencia vacía
Como temblores secretos e impetuosos
Y poco a poco inundarnos de la alegría de la piel
Y de los órganos que sólo descansan en el estallido lacónico
Del infinito y la burbujeante humedad del amor.

¿De qué se trata…?
Del sonido más etéreo e invisible de las olas
Casi como un hechizo tan bebido por la excitación de la vida
O como la antropofagia amorosa de la reproducción del éxtasis
Que todos ansiamos tarde o temprano absorberse con temor
Pero buscar en los labios en el cuello en los pechos en el vientre
En el pubis agrietado (o voluptuoso) en las nalgas en las rodillas
En los pies en el pelo… el espejo de la fusión con el otro.



Proema 77




Esa tarde que de tus ojos luminosos
Brotaron a gorgotones lágrimas y fantasmas
De la pena y del miedo…
Yo a tu lado gemí y me morí un instante
Golpeado impotente en el espejo trizado del pasado
Y en tu cuerpo como señales de tu voz oscura.

Y allí a tu lado me quedé solitario
Y allí a tu lado me quedé solitario
De besos que me esquivaste
De abrazos que no me diste
Y de sueños que rompiste en tres segundos
Y de sueños que rompiste en tres segundos.

Esa tarde… Ananka muy amada
Esa tarde cerró el cielo sus párpados azules
Y con la nota musical del abandono
Yo me encogí de hombros malherido y triste
Por ese sentimiento tuyo… sin labios y sin ternura.

Y allí a tu lado me quedé solitario
Y allí a tu lado me quedé solitario
De besos que me esquivaste
De abrazos que no me diste
Y de sueños que rompiste en tres segundos
Y de sueños que rompiste en tres segundos.

Esa tarde sin embargo Ananka
Comprendimos que la puerta se atasca
Cuando sobre sus pasos el amor
Retrocede por el miedo a la aventura
Y por el más moderno acto de conocimiento:
La exploración más profunda de amarse mutuamente.




Proema 78

Te amo por todas las mujeres que no he conocido.

Paul Ëluard



Yo también te amo por todas las mujeres que no he conocido
Te amo por sobre todas las santas que nunca hice el amor
Por la Ximena que jamás me quiso
Por la Andrea que se escapó con otro
Por la Mariana que siempre fingió el amor
Por la María que nunca existió
Y por la Fernanda que descaradamente me engañó
Te amo y está demás decir que no es un error
Decir que “te amo” ya sin ningún temor.

Quién me deja si no tú
Acostarme en tus labios de serpiente…
Quién me sonríe si no tú
Cuando todos están llorando sus propias muertes…
Quién me alimenta si no tú
Con tu voz de plata azucarada…


Mientras el mundo baila sobre sí mismo
Y las estrellas en el firmamento
Juegan a ser las más hermosas
Y el sol allá a lo lejos
Llora la muerte de su luna
Yo te amo desde acá
En mi corazón enternecido
Y flechado por tu alma lunar.



Proema 80
Se vieron una vez, se enamoraron para siempre.

HSIEH T'IAO



“Para siempre” es una promesa tan bella
Como una crisálida que florece en primavera
Augusta y pura y dulce y humedecida
Por los rayos del sol astral.

Si cuando te vi por vez primera
Mi corazón palpitó cual enfermo de amor
Es porque en tus ojos espejos
Atisbé a mí mismo buscándote.

Si cuando te besé por vez primera
Mi respiración se entrecortó cual loca de amor
Es porque en tus labios rojos
Sentí la voz de mi poesía nombrándote.

Si cuando dije “te amo” por vez primera
Mi alma danzó cual bailarina de carrusel
Es porque se acababa la tristeza mía
Y comenzaba la felicidad
Ahora vestida de un mañana más sabroso.



Proema 82

A ti, a quien descubriré en este
mi camino largo y de estrecha mirada.



En esta hora de profundo abandono
En que las paredes del cuarto solo
Acogen al niño azul y encantado
Sin ninguna nota musical en el bolsillo.

En esta hora de profundo desabrigo
En que la cama solitaria del cuarto solo
Acuesta al niño azul y diamantino
Sin ninguna letra escarlata en las manos.

En esta hora de profundo aislamiento
En que el mudo cielo del cuarto solo
Escucha los lamentos del niño azul
Sin ninguna rosa roja en el pecho.

Sí y en esta hora de profundo alejamiento
En que el desolado mundo del cuarto solo
Descuartiza el cansado corazón del niño azul
Aun así y aun así el grito del amor reanima
Porque en esta hora de profundo silencio
Es que el niño azul se da cuenta
De que no tendrá grandes tesoros en el banco
Ni imperios de blancos chocolates
Y menos una gran familia complacida
Mas sí alguien que lo enaltece y lo cobija
Una niña también azul y encantada.

(Eres tú…
Tú bien sabes
Setenta veces siete
Tu nombre:
Ananka)



Proema 85


Hoy estoy alegre como un pájaro recién suelto
Mi tristeza se ha marchado junto al río
Mi voz anda en búsqueda de poemas invisibles
Y hurgo la casa del silencio en esta noche llena de ti.

Hoy tras el incesante sondeo de la competencia maldita
Atravesaste mi alma con tu mirada de serpiente eléctrica
Y me qué enrollado en tu corta cabellera castaña
Como una ola de fuego en la tarde de San Antonio.

Caminaste junto a mí por las atestadas calles de Santiago
Y como cualquier persona míreme en los espejos
Y no hallé amigos más que tu acicalada voz hablándome
Y amándome en cada instante de dorado sol quemándonos la espalda.

De las manos entonces nos íbamos soñándonos el hogar amoroso
Pues ¿por qué tendría que ser imposible vivir el mañana
Y no coger de nuestro jardín el fruto que nos hiciera eternos amantes?
(Aunque me duele en el alma el gesto ancho de este escenario patético.)

No obstante allí estabas tú y estaba yo ahí…
Codeándonos con la vida y sus circunstancias atrevidas
Allí estabas tú… acompañándome en la lucha por la sobrevivencia
En esta miseria humana aún no cicatrizada por la culpa original.

Hoy todos los dioses están dormidos… están tristes
Se sienten culpables de tamaño experimento fallido
Necesarios tal vez… y al fin y al cabo sólo mitos
Desvanecidos en los labios de sus hijos e hijas rebeldes.

Mas aun así allí estabas tú… más hermosa que Hera
Que María e incluso que Venus la de los besos suaves
Estabas allí… junto a mí… acariciándome la irónica angustia
Alentándome la silenciosa consternación y la altiva dignidad de mi corazón.

Brindo por ti… por este buen vino que colma mi copa impertinente
Brindo por todos los que batallan sin morirse en el intento y que aún así
Desenganchan tiernas sonrisas de sus cansados rostros
Y no permiten que la sombra de la vileza destruya sus afables visiones.



Proema 91


El amor no basta para explicar el amor
Ningún adjetivo recogido precisa su magia
Aunque nombres con la fuerza de tu razón
Él se mantiene intacto más allá del nombramiento.

El amor es y no es
Escapa a toda definición racional
Es un círculo que rodea al ser
Y es el ser que circunda la no existencia.

Tiene los labios de oro
Y también de hierro
… la sonrisa de fresa
Y también de hilo encebado.

El amor es ciencia y poesía
No es tus lágrimas ni mis dolores
Es algo que se resiste a ser hueco
Como se resiste el mañana a ser decepción.



Proema 92


Toda la vasta noche obramos nuestro amor
Y el fatuo tiempo giraba presumidamente
Algo solemne algo irónico y atestado de muerte
Mas nuestro impenetrable mundo amoroso
Caminó erguido hacia el mañana como el brillante sol.

Y cada uno de nosotros refulgentes y alados
Ansiamos el corazón del mundo desde el nuestro
Anhelamos los venideros días del silencio alegre
Añoramos la escrupulosa belleza de la amistad.

Y así fuimos rodando en las blancas sábanas
Como dos delicados unicornios azules
Festejando la gracia de apoyarnos la cabeza
Sobre la profunda piel llamada fuego.

Toda la vasta noche obramos nuestro amor
Y ya cuando el último estertor aflojó nuestra pasión
Y el último beso del día selló nuestras miradas
Entonces por fin conocimos la tibieza de lo perpetuo.





Proema 96
¿Qué se ama cuando se ama?

Gonzalo Rojas

Si la vida es amor, bendita sea!
Quiero más vida para amar!

Delmira Agustini



Estoy condenado a ésa única que me diste en el paraíso?
Estoy condenado porque estoy condenado a este arte amatorio?
Yo te ofrezco mil besos y mil caricias ay mujer actual…
Por qué retoñarse en el pasado cuando ésa única camina hoy a tu izquierda?

En verdad yo amo cuando amo sin preguntarme qué amo cuando amo…
En verdad yo busco cuando busco sin preguntarme qué busco cuando busco…
En verdad yo creo que el amor no es amor cuando pregúntome qué es el amor…
En verdad yo creo que Dios es mala suerte hecha hermosura y eternidad.

Si estoy condenado a amarte es porque soy el amor
Y me muero sin ti cada día franca mujer
Me muero y vago por las calles con rostro de pueblo
Buscándote atribulado sin el otro círculo que me empalme.



Proema 97

08 de marzo, 2007
(Día de la Mujer)


Mujer
Como en la fuente placentera
Del infinito en tus ojos
Tu amor llena y calma
Y así es tu misión tan sensible.

Mujer
De mansos labios y suave vientre
Eres como lluvia de lágrimas
Y nos recuerdas que el mundo
Está maduro gracias a tu alma entrañable.

Mujer
Tu cuerpo es un nido de plata
Y desde allí toda la humanidad sueña
Con la alegría y la esperanza
De retornar a la vida sincera.

Mujer
Como gota de rocío azulada
Vas acariciando la brava costa
Del mar con tu profunda mirada
Y eres tan inmensa que estás hecha de olas.

Mujer
De tus dos manzanas de miel
La insaciable especie adanieva
Alimenta su sed de amor
Y reposa cual abeja satisfecha.

Mujer
Tienes en tu vasta cintura
Todos los poemas jamás escritos
Y están hechos de ti misma
Por eso eres tan deslumbrante como las flores.

Mujer
Tu belleza ES de este mundo
Y este mundo ES tu brillante sonrisa
… que cuando aprendemos a reírnos
Todo el universo es una sola MUJER.



Proema 102


En esta etapa de la coqueta duración
El amor ya ha escalado las altas montañas
Y ya ha esparcido el perfume que lo enaltece
Sobre las altivas frentes de los hombres.

Y ese amor nos apunta con el dedo
Señalándonos el trayecto hacia dónde ir
Mientras en este aquí y ahora
Vamos reconociéndonos a cada instante.

Entonces las rotas piedras nos saludan
Y las sucias paredes nos muestran contentas
Que debajo de sus secas panzas
Hay miles de corazones invisibles.

Así es el amor… tan bello y penetrante
Nos emboba con su labia en las noches
Y en el día embellece toda nuestra tristeza
Así es el amor… tan suave y nutritivo.



Proema 104



En cada pliegue de tu perfumada piel
Irreverentes diablillos espolean el fuego
Que beberé con mis frescos ojos
Mis frescas manos y mi fresco sexo.

Y en la penumbra de la lozana noche
Ya en tus vencidos senos de tanto besarte
Tu sonriente vulva me cuenta las estrellas
De mi claro cielo lascivo y levantado.

Y tú me dices al excitado oído
Que te desnude la delicada mirada
Con mi descolgada lengua de almíbar
Para que tu hambrienta alma se enardezca.

Soy tu desenfrenado corcel moreno
Que explora tu acicalada cintura
Y en tu rubicundo vientre húmedo
Yo me entrego con euforia y frenesí.

Eres mi embriagada gacela morena
Que explora mi desnuda espalda
Y en mi airoso pecho mojado
Tú te entregas con deleite y alborozo.

Entonces nos quedamos ahí casi moribundos
De tanto inmóvil placer casi moribundos
De tanto inimitable amor casi moribundos
Satisfechos y eternos como dos blancas llamas.



Proema 110


Mujer no seas tan vanidosa
El mundo no está amueblado por tus ojos.

Si quieres quitarme el pan el aire y tu risa
Hazlo si quieres
Pero jamás se te ocurra quitarme tu desnudez.

Al parecer las estrellas se pierden en tu sueño
Y es por eso que desesperadamente
Yo me busco en un cielo apagado en las noches.

Horizontal sí… la quieres
En cambio yo la deseo vertical
Como un árbol soñando el infinito.

Huidobro Neruda Guillén y Salinas
Déjenme paso (por favor)
Que este amor mío
Es la mejor poesía.



Proema 113



Cuando huimos de nuestras propias sombras
Entonces nuestras miradas son tristes águilas ciegas.

Cuando desertamos de nuestras propias lágrimas
Entonces nuestras bocas son hirsutas imágenes desvanecidas.

Cuando abandonamos los hermosos valles de nuestras propias estaciones
Entonces nuestras manos son desérticos pozos inmundos.

Cuando de todo huimos desertamos y abandonamos
Entonces somos ridículos caminos de carne y de hueso exiliados
Entre las espinas de un Castillo sin hermosura por sus ventanas.

El amor dobla los deseos del horizonte perdido
Nos reconcilia con nuestra auténtica patria
Y por todos los rincones el vencido vence.



Proema 118

En Le Louvre



Ninguna tristeza es más grande que mi amor
Y ese día 20 de marzo cuando volví a verte
Cuando sentí en las entrañas el calor de tus besos
Yo me creí el hombre más bello y amado del mundo.

Allí en Le Louvre pasamos toda la amorosa noche
Hasta que el sol nos despertara como un altivo gallo
Y nos recordara el inefable movimiento del péndulo
Y de las asiduas obligaciones del nuevo día forastero.

Pero en el transcurso de nuestro tiempo sin tiempo
Nos invitamos a un festín de miradas y caricias
Nos desafiamos a querernos de la cintura a la cabeza
Y a quedarnos en ese tierno deleite como una flor lacrada.

Fuimos dos lirios… cortados del grano de los sueños
Y en el verano de la oscura pieza dimos sorbos infinitos
De nuestros desnudos cuerpos y de nuestras mansas almas
(Nos derribamos los egos y nos hundimos en la desnudez del silencio.)

Allí en Le Louvre pasamos toda la amorosa noche
Hasta que el sol nos despertara como un altivo gallo
Y nos recordara el inefable movimiento del péndulo
Y de las asiduas obligaciones del nuevo día forastero.

Y aquí termina esta madeja de vívida historia
Con la fragancia aún nítida de tu tercer ojo
Con la humedad aún tersa de mi entrecejo
Con la campanada aún trémula del amor evocado.




Proema 119



Esta noche el vasto mundo me consume
En el rincón donde mis ojos te recuerdan
Donde tu belleza incendia la vasta muerte
En que otrora mi corazón hojeaba el destino.

Eres colosal como el vasto fuego derretido
Tan primorosa como la vasta agua que bebe el ocaso
Eres la hoja del trigo en la vasta boca de los dioses
Tan loca como la vasta esperanza delirante.

A veces cuando el vasto dolor desespera y padezco
En el otoño el canto silencioso de las vastas estrellas
Entonces tu vasta voz me recorre con caricias sublimes
Eres tan musical como la vasta sinfonía del horizonte.

En esta vasta alegría la lluvia se disfraza de flores
Y como una luna creciente toca el vasto infinito
Entonces todo tu vasto amor cae sobre mi vasto pecho
Y en esta vasta gramática se camufla mi vasta ternura.

Tan vasta eres que me vacío del daño milenario
Y corro tras los pasos del vasto hombre solidario
Que calla y ama tu vasto rostro imperecedero…
Eterno como esta mismísima vastedad insoslayable.



Proema 123




Cuando Santiago quiso destruirnos con sus envidiosos tentáculos
Cuando quiso herirnos conteniéndonos en su tiránico regazo
Cuando deseó aplastarnos allí en Avenida Providencia
La esperanza que nos habitaba alzó su voz de bella mariposa
Y nos invitó a recordar que el amor es una chispa en el alma.


Proema 130


Me gustaría PENEtrarte en las entrañas del alma
Y cual ruiseñor moderno
Socavar tus cimientos de Princesa caprichosa.

Me gustaría PENEtrarte en el invisible de la mirada
Y cual don Juan (el postmoderno)
No “estar ni ahí” con tus lamentos.

Me gustaría PENEtrarte en la sonrisa de la piel
Y cual Romeo (el antiguo)
Decirte hacia tu balcón: “eres mi aire… te quiero”.

Me gustaría PENEtrarte en los oídos de las manos
Y cual Jesús Cristo (el amante)
Salvarte de las piedras y de los cerdos.

Me gustaría PENEtrarte en las puertas del cielo
Y cual Judas (el traidor)
Traicionarte tres veces para ver si eres real.



Proema 131


La calle de tu boca
Tiene la mirada de los niños:
Tan inocente como el infinito.

La montaña de tus manos
Tiene la sonrisa de los cielos:
Tan dichosa como las flores.

La ciudad de tu piel
Tiene las luces encendidas:
Tan paradisíaca como el infierno.

La canción de tus ojos
Tiene la nostalgia del hombre:
Tan endiosado como los poetas.

La poesía de tu alma
Tiene los párpados de cobre:
Tan eléctrica como tus besos.


Psicoproesía del amor

XXII

…sustancia y energía…

El fuego al agua… complementándose
Limitación… el fuego solar… el agua molecular…

Amalu llueve hacia arriba…
Guarda las torrenciales flechas de ventisca
Unicidad… fluyes e inundas los pozos del sol
Antiguamente eran amantes en Morococha

Y… se abrazaron… quemándose… aguándose…

En nieve que quema helada y nocturnal
Líquido solárico que baja de los Montes de lo Aguirre

Flamígero Cuye recostado junto al fogón campestre
Unicidad… cueces y volatilizas los cristales del agua
Ermitaños del húmedo bosque y del excitado horizonte...
Gotas de sol y lluvias de fuego… eternamente danzantes
Osadía y existencia … alquimizan el ciclo de la vida.




I

Cielo, mi horizonte se hizo más visible en tus despiertos ojos
Antes de ti, la briosa luna se colgaba en mi adornado cuarto
Pero me despierto del negro letargo de la cristalizada materia
Rujo entonces a los cuatro poderes de la secreta naturaleza e
Inhalo la dulce voz y la encendida mirada de mi arrullada estrella
Cómo no va a ser suave e infinita el alma en tu voz y en tu mirada?
Heroico yo no te prometo nada que en el mundo no haya habido...
Ojos y ocasos y células en la tristeza y la alegría de vivir en el amor.


II

Despacio voy de prisa hacia tu mirada
Intenso como el metal del ocaso
Silente como la melodía de las estrellas
Te espero aquí… en mi corazón… y hago la pausa
Antes del amanecer…
Noche tras noche…
Cantando como los grillos el crepúsculo
Impregnado de ti… sin tu piel… y contigo…
Amando el roce… la piel del alma… sin piel.




III

…antes de estrellarme…
contra mí sombra…

Paulatinamente mi camino encuentra el tuyo
Al norte y al sur y al este y al oeste
Una y otra vez tu sonrisa se reúne con la mía
Luna y sol atestiguan esta paz y este sueño
Incandescentes sobre el tejado de las casas invisibles
Fascinantes destellos del henchido pecho arcoírico
Amo los jardines de inmortales y sus estelares susurros
Nadie aún sabrá el secreto de esta dicha
Tú… el oído del universo y mi
Encendido yo… como un faro en la otredad del mar.


IV

Había conocido artistas…
jamás una alquimista de Dios…

Hirsuta vas por ahí como Venus y como Diana
Andando y desandando en las alas de la brisa
Dónde queda el secreto pasaje hacia tus manos?
A qué tú impides que la noche se entristezca?

Luz… verbo… energía… ciclos diáfanos y tus ojos
Un cordón de plata tendido en el vacío
Zancadas de estrellas en los espejos de tu rostro

Mmm… tal vez mis labios algún día rocen los tuyos
Ah! … y palparé en mi lengua de mil soles… el fractal de la tuya
Golosas frutas y delicados vinos y tu atrevida barca…
Alcanzará el horizonte… como la luz al crepúsculo…




V

Divagando en tus invisibles orillas
Insistiendo en completarnos en las canteras…
Suave como el leve aleteo de las blancas gaviotas…
Fustigo en mí las cobardes aurigas…
Rocinantes hidalgos de la presteza…
Ufanos corceles en desbocado ímpetu…
Todo mi yo disfruta en la mesa de las tiernas uvas
O acaso tu callado beso… difiere del sabor de las frutillas?


VI

A todas las Marías…

Mar tormentoso de silencios heridos…
Aún como huellas en la costura de mi piel?
Rieles de lágrimas brotaron como salvajes olas
Invocando tus manos etéreas y tiernas
Antes de morir… tus brazos me amaron?

Hincado en este geológico suelo… yo te recuerdo
Entre todas las diosas del Olimpo… la más humana
Límpida y admirable en tu especular mirada
Eras la selva y la errante danza provinciana
Nada era mortal y… para todos tenías tu sonrisa
Aquella que hoy no se vende en los supermercados.


VIII

A H. L. M.

Recorro con la mirada solar tu cuerpo de río
Inmensidad matizada de cósmico polvo sideral
Cuerpo tornasolado en miríadas de aromas
Algún día me perfumaré en tus labios.

XI

A un genio

Nunca olvidaremos tu encanto aristocrático
Incluso tu reservada mirada y seria elegancia
Kilovatios de solitaria sabiduría eléctrica
Ondularon en la piel de Edison (el abusador)
Luego de que el Discípulo superase al Maestro
Atemporal e inventor de la gratuidad amorosa

Todos los amos de la oscura caverna asecharon
Encerrando bajo tierra la esperanza y borrando
Soterradamente las pisadas del mayor creador
Luminoso de la historia manipulada del orbe
Abandonado en su hotel… como iluminada estrella.



XII

…ella pinta el silencio…

Pulso telúrico del primoroso baile cósmico de tu cuerpo
Unión de opuestos sobre la tela sintáctica del movimiento
Líquido plateado fundido cual centrípeto cauce en tus ojos
Somos el tácito remolino de todas las alfas constelaciones
Arrimados en el manto de la madre tierra como etéreos
Ríos y largas avenidas… somos el tránsito a los desconocidos
Emprenderemos el augusto viaje hacia el Punto Inmóvil y
Sumergiremos nuestra curiosa alma en el Vientre de la Luz.


XV

La luna y el sol…
el ying y el yang
y silencio en las noches
en el día… susurros.

Mueren las visiones en las esquinas terribles del entumecimiento
Inmensidad del desasosiego y la desesperación de la duda y el odio
Es que el pánico se ha instalado en cada ofuscada neurona humana?
- Dónde van a caer los sueños? - dijo León Gieco a los cuatro vientos
Ominoso hado… me despellejas el gentil corazón como a otro Osiris

Y mis ojos rubrican un profundo silencio alegremente entristecido…

Furias salvajes y truenos húmedos… hemos olvidado la calidez del ideal
Luchamos por la horrible supervivencia y nos mentimos boicoteándonos
En esta hipócrita tragicomedia de cuentearnos que la virtud es altísima
Cuando en verdad creamos lo contrario y nos escondemos la insegura cabeza
Huraños como los bellos vagabundos en las fétidas Plazas del Centro
Alguien tendrá que alzar la eterna voz si no queremos exterminarnos unos a otros.


XVI

…lo que azuzó mi inquietud…

Intensidad de mis soles sobre el agua de tu fría piel
No concuerdo con los ágiles y mentales estereotipos
Dudo de la existencia del signo por sobre mi humanidad
Es cuestión de envalentonarse con el acero de la vida
Cuando la suerte ya está echada… el mudo destino es cruel?
Intensidad de mis soles sobre el agua de tu fría piel
Soy el arco y la flecha que vigila a setenta atentos leones
Irresoluto espíritu del piélago inconmensurable del amor
Otrora no hubiese creído en la loca justicia de Cristo
Ni siquiera en el canto silencioso de la muerte.



XXIII
…s-i-l-e-n-c-i-o…
Echo de menos leerte los “tres puntitos”
Lúgubre y sagrado y lunático y cósmico

Dos por siete en estos momentos es el infinito
O acaso este dispendioso viaje hacia mí mismo
Sepárame en cuatro ángulos de cero grados?

Y entonces callarme… callarme… callarme…

El se fue a morir en las fauces del Minotauro
Luminoso y oscuro y vehemente y estelárico

Silente ahora me arrepiento seguirte como presa
Inmensidad infértil cuando la materia está ciega
Espero compungido el tierno abrazo de la luna llena
Todavía late en mi corazón el silencio de tus ojos
El silencio… el silencio… el silencio… era la llave maestra.



XVIII

…no basta la inteligencia…
para arreglar el mundo…

Luz en mi ser ruego a este helado aire
A esta hermosa sonrisa que pasa yo ruego
Goces y estelas de amargo chocolate
Ruego apenas al infinito su invisible rostro
Imagínese las tardes paseándonos… desnudos
Mar adentro de los árboles… besándonos
Ahora el vacío me tumba sobre los costados del entendimiento

Inmaculada tierra… me limpias las lágrimas de los ojos?
No atiendo a lo nefasto aun estando abatido
Tengo estrellada la mirada y mi entumecida boca
En estos instantes cuasi fue un sol apagadísimo
Riéndose en la llanura del silencio
Inmutable… ahora… ahora el deseo se regenera
Oculto en el corazón como un ave Fénix
Ríos de lágrimas… mas lágrimas… de esperanza.

Proemas Tántricos

Dos cuerpos desnudos se encuentran en una habitación.


Dos cuerpos desnudos se encuentran en una habitación
En el día del sexo, se encuentran dos cuerpos desnudos
El la besa, ella lo besa: deseosos de placer
El la acaricia con la punta de la lengua
Mientras Ella es la piel acariciada por esa lengua
Ella lo desea como a un jardín lleno de muchachos
El la devora como las olas del mar en sus costas
Ambos gozan: gozan de gritarse amantes libres.

Dos cuerpos desnudos se encuentran en una habitación
Se olvidan de las opiniones ajenas… de los siglos de prejuicios
Sobre sus espaldas… de la iglesia, de los políticos y de los normales
Sólo disfrutan del placer natural: disfrutan llamarse Anko y Ananka
Disfrutan para no morir: porque saben que la vida sería una sola
Y que el tiempo pasa como si fuese un monstruo al acecho.




El círculo de fuego


Mis manos en tu cuerpo silencioso
Tu cuerpo silencioso en mi lengua encendida
Mi lengua encendida en tu boca húmeda
Tu boca húmeda en mi cuello frágil
Mi cuello frágil en tus manos suaves
Tus manos suaves en mi cuerpo silencioso.


El secreto es mi amor a lo desconocido



El secreto es mi amor a lo desconocido
Al abismo, depositado en mí.


Una mirada inocente
Un lago quieto
Una luna nueva
Y un dios en todas partes.


Mi secreto es tu secreto también
Y tal vez en la cima de nuestra montaña
Podamos gritar al sol
Que en tiempos remotos
Fuimos hijos e hijas del misterio
Sellado en nuestros corazones, para siempre.


El sueño de un hombre misterioso



El sueño de un hombre misterioso
Es tomarte de la mano y llevarte
Con lentas caricias
A la cima de una montaña.

Vivir juntos
Desde allí
La belleza del infinito “entonces”.


Luego
Con dulces miradas
Decirte en voz baja:
“Esta soledad compartida es inmensa”.


Y sentir juntos
Desde allí
Las manos del viento acariciándonos.


En ese instante
Con tus manos
Mis caricias
Y el viento
Escribir este sueño
Sobre el lejano horizonte.



En tus labios…


En tus labios rojos y frescos
Toco y mis labios no te alcanzan
En cada labio podría
Beber entera tu sonrisa.

Me estoy alocando contigo
Como quien se enferma de la nada
Y ni la nada me cura ya
De esta locura sin rostro.

Entonces loco me pongo
Loco como el menear de tu cintura
Bien sé que no te amo
Pero ya te imagino
En mis noches oscuras.

Yo quisiera ser el agua
O tal vez el aire que te besa
Que te abraza tibio
Como la sangre en tus venas.

Estoy enfermándome de algo que no tengo
Como si estuvieses adentro mío naciendo
Tal vez la sed de soberbia
De que fueses mi agua y mi aire.

Maldito fuese el minuto
Maldito sea el momento
Maldito el veneno que no mata
Pero que enceguece la mente.

Hacia el arte amatorio


Hay una hermandad de tántricos
que espera la hora de levantarse de las cenizas.

Anko





Anko y Ananka
Desnudos sobre una desnuda cama
Alertas al juego del alma
Maduros al arte del cuerpo

Anko y Ananka
Agua y fuego en perfecto equilibrio
Ananka y Anko
Mandato y obediencia en delicada armonía

Anko vigila… y luego la caza
Ananka lo recibe… y luego lo agarra
Ambos se divierten en el placer sin tiempo
Bailan desde la energía cósmica de sus células

(Después de varios minutos…)

Su rostro se sonroja
(Anko se arrímale lentamente)
Rígidos sus pezones y humedecida su nariz
(Anko introdúcele el Tallo de Jade poco a poco)
Su boca seca y tragándose la saliva
(Anko empieza a moverse despacio)
Se lubrica intensamente su Puerta de Jade
(Anko húndele profundamente el Falo de oro)
Se desborda entre las nalgas el humor de su Paraíso
(Ya es el momento de que Anko se excite con total libertad)

Y como una carpa atrapada en el anzuelo
Anko muévele lento (superficial y profundo)
Y como un pájaro en vuelo contra el viento
Anko muévele rápido (derecho y oblicuo)

Ananka lo recibe y lo disuelve
Anko la penetra y la ata
Ambos danzan al son de una música salvaje
Respiran el uno al otro como si no existiesen
Se aceitan para encenderse mutuamente
Se atacan besándose tocándose oliéndose
Se abrazan de fuerte a suave en plenitud
Se mueven sincrónicamente como una sola locomotora
Se adoran más allá de sus pieles y sin embargo son esas pieles
Se descubren más acá de sus almas y sin embargo son esas almas
Se visualizan el momento de la puesta del sol y se donan


(Después de varios minutos…)


Su respiración se pone irregular
(Contemplativamente: Ananka te desea; Anko la acaricia)
Sus fosas nasales se dilatan y su boca se abre
(Las manos húmedas: su sexo desea tu sexo; Anko las toma)
Su cuerpo se mueve en forma desarticulada
(Suavemente: Ananka desea que la estimules; Anko le habla)
Se empapa la ropa con el humor de su Gruta
(Profundamente: su corazón te ama; Anko la besa)
Su cuerpo se alarga y sus ojos se cierran
(Entonces llega la alegría: te ha invitado al Silencio; Anko obedece)

(…)

Intensamente se abrazan acostados
Como dos lotos en una laguna azul
Anko y Ananka y Ananka y Anko
De-sa-pa-re-cen
Sobre el costado opuesto de sus corazones.



Lección de amor


Adulterio indiscutible –según el amor-
Dormir con tu esposa
Y aparentar que la amas.

Adulterio discutible –según la ley-
Dormir con otra mujer
Que no sea tu esposa
Y ser pillado.

Lo ha escrito el hombre misterioso



Lo ha escrito el hombre misterioso
Para recordarte que la belleza aún vive
Sin embargo
En los rincones más secretos
A la mirada objetante
De los cuerpos sin alma.



Lo ha escrito
Para que cada letra impresa
En el blanco de esta página
Guíe tus ojos en la calma
Hacia la esperanza no fallida.


Así y todo
La calma
La esperanza
Estas letras
Y tus ojos
Podamos unirnos algún día
En un abrazo
Lleno de encanto.








No tiene que ser en una cama

No iría a la cama contigo,
pero sería tu amiga de todas maneras.

Una Sor Teresa moderna



No tiene que ser en una cama
Puede ocurrir en una mesa de centro
En la cocina cerca del lavaplatos
Debajo del agua caliente en el baño
En el living a la hora de la cena
O tal vez en el dormitorio de los libros
Sobre un libro cualquiera o sobre la Biblia.


Las cosas son y acontecen
Y no me imagino el sol culpándose
Por pasarle la mano en pleno verano
(¿Divisas una flor jactándose
De ser cantada en un poema? )


Sinopsis de No tiene que ser en la cama

Lo normal es que todo fluya
Lo anormal que se controle todo
Con la punta de nuestra lengua.




Diálogo entre dos ciegos


Nuevo día dice:
quieres tomar el mar en tus manos
Nuevo día dice:
y nunca haz mirado siquiera el horizonte
Nuevo día dice:
sólo un cuadro de tu pared que dice "MAR"
Nuevo día dice:
pero no sabes que la brisa marina termina por carcomer los metales más fuertes
Cassianus Gabus dice:
mis manos de fuego evaporaron el mar
Cassianus Gabus dice:
y el horizonte es mi alma hambrienta
Cassianus Gabus dice:
mi cuerpo, es el mar carcomido
mi cuerpo, es el mar carcomido
Nuevo día dice:
creo que tu alma por soñadora se aferra a cosas que no puede tener... ¿no tendrás miedo al compromiso?
Cassianus Gabus dice:
si esa tu pregunta implica tu ignorancia, mejor ser el mar y seguir soñando
Nuevo día dice:
no peco de ignorante, pues nada sé de ti.
Cassianus Gabus dice:
por eso mismo... tu pregunta no armoniza, al igual que el átomo más vil
Nuevo día dice:
MÁS BIEN PODRÍA ESTAR FRANCAMENTE EQUIVOCADA
Cassianus Gabus dice:
Si tu ironía sutil, se apoya en la palabra "francamente", entonces sí... Equivócate
Cassianus Gabus dice:
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro: y soy un metal en ascenso
Cassianus Gabus dice:
Ven, únete a mí, aunque sea en la virtualidad y en el sueño
Nuevo día dice:
AAA
Cassianus Gabus dice:
A de amor, A de asombro y A de ansiedad?
Cassianus Gabus dice:
Hagamos un juego: amémonos
Cassianus Gabus dice:
Déjame sentirte adentro y que el murmullo de tu corazón callado viaje en mis venas
Nuevo día dice:
y cómo se juega a eso
Cassianus Gabus dice:
Se juega con la imaginación y con la libertad del inconsciente tuyo
Cassianus Gabus dice:
Podría decirte, por ejemplo: Amor, qué rico que te hallé... ayer no dejé de pensar en ti
Nuevo día dice:
pero puede ser peligroso
Nuevo día dice:
podrías quedar con algo más que una rodilla pelada, digo
Cassianus Gabus dice:
¡Y que me desnudes el alma, si lo deseas!
Nuevo día dice:
digo, no quiero que salgas malherido
Cassianus Gabus dice:
Con tal de poseerte viajaré hacia tu habitación privada
Cassianus Gabus dice:
¿Por qué querrías herirme?
Cassianus Gabus dice:
En la virtualidad lo imposible es posible: un beso son doscientos caballos de fuerza
Cassianus Gabus dice:
y una caricia es el mismísimo sol quemándote la piel
Cassianus Gabus dice:
Tu silencio ya hiere: ¿acaso eres una de ésas mujeres de las novelas de Sade?
Nuevo día dice:
no sé... creo que por simular que me tienes podrías creer que es así... y no sería así de ningún modo... recuerda que tú no
Nuevo día dice:
querías hablarme más, para no resultar herido
Cassianus Gabus dice:
Mas antes no tenía tu consentimiento, que hoy es nuestra ficción
Nuevo día dice:
según lo que entiendo aún no lo tienes
Cassianus Gabus dice:
Es cierto: ya pues, amor, ven: dame un poco de ti
Nuevo día dice:
no, creo que sería inadecuado ese tipo de consentimiento
Cassianus Gabus dice:
Debo marchar ahora, pero pronto seremos algo más...
Nuevo día dice:
ya lo veremos, “amor”.

A mitad del Silencio

La canción del silencio



Dedicado a Cleo del Nilo




El encantador ha vivido siempre en tu corazón
Como un loto hermoso, silencioso y sabio:
Ayer mientras lavabas los platos me recordó
La canción del alma y del silencio.

Eso me quitó verdaderamente la respiración.
Porque se detuvo el reloj en esa rutina abstraída
Por ese desde adentro, eternizado en la memoria
Y en mis ojos, ya contentos con el peso del mundo.

Me quedé mudo. Me volví espectador y no soñé
Las flores aplaudiéndome en mi futura ventana.
Pues, el aquí y ahora, era mi amanecida madrugada
Mi canto profano y sagrado. Mi invitado al sol.

Ese día –es verdad- mi día ya no fue el mismo:
Te encontré allí, tan virtual, tan real y a su vez
Reconocí tu idioma adormecido en las infinitas letras
De los maestros de la verdad natural e inocente.

¿Qué la vida es un juego y qué el juego es la vida?
Los niños juegan con la verdad entre los dedos
Y se encantan con los juguetes del ilimitado universo
No buscan saber más que el mundo, sólo acontecen y son.

Fuimos hechos para el mundo y bailamos al ritmo
Alterado, como una moneda sin sello o sin cara.
“Mira lo que no has visto antes”, dijo un poeta.
Las serpientes también se cambian de ropa, ya viejas.

Es hora del ocaso. De sentarse a contemplar simplemente:
La llegada de las buenas noticias que suceden en el alma.
Una mariposa se ríe. Una semilla fecunda la tierra. ¡Fuego!
El amor toma asiento en el pecho de los enamorados.


Creación muerte


En la tela del Pintor
Un simulacro de muerte.

Una copa llena
Sobre la mesa
Una hoja en blanco
Tinta roja fresca
Un revolver y una bala.

En el piso
Sentado –meditando-
El fondo de un humano.

En la mente del Lector
Un doble asesinato.

Sin boca y sin eco
El Pintor y el Espectador
Se atraen y se pegan un tiro.


Decreto de la Sombra Inefable


No te expreso
Pero estás tan presente aquí
Como el aire en la garganta del vacío
Y, aunque no estés silbando,
Me estás expresando, ahora.



Detrás del escenario


Me sé solo
Rodeado de un mundo de extraños
De ajenos y de prójimos.
Y, en este amargo aislamiento,
Me sé también frágil
Como un niño
Sin madre
Ni fundamento.

Soy viajero
Medio tímido medio arrojado.
Me alzo,
Cuando te callas;
Me callo,
Cuando te alzas.

Existo,
Cuando resistes hablar;
Soy,
Cuando resistes silenciar.

Me sé solo
Como un mundo lleno de extraños
De ajenos y de prójimos.
Sin embargo
En este nuevo tragicómico escenario
No sé quién soy:
Como el sabio
En las calles,
Hijo del hambre
Y del silencio.

Tentativa de un hombre crucificado entre dos infinitos

PRÓLOGO

I

Desde el alejamiento de mi infancia triste
Hasta la llegada de mi juventud borracha
Mis tierras en este camino mundano
No fueran siempre sembradas de alegría.

El movimiento de mis huesos de mi sangre
De mis manos y de mi comprensión
Me había sido velado por dueños invisibles
¿Quién sabe -a infantil edad- la verdad de todas las cosas?


El rostro de los misterios me era
-Totalmente-
Indiferente.

II

Me dejaba arrastrar por un río torrentoso
Hacia una mar inquietantemente sabrosa
¡Era la inocencia de saberse niño!
¡Era el juego de saberse poderoso!

Mi memoria era un depósito a largo plazo
Un granero donde se almacenaban respuestas
De toda clase
Papá ¿por qué el cielo es azul?
Mamá ¿cómo nací yo?
Profesor ¿para qué sirve todo eso que enseñas?
(Preguntas humanas a personas… demasiado humanas)

III

Tal vez en algún lugar del corazón
-De mi corazón-
Un enorme secreto quería re-nacer
Mas como un botón de Loto aún dormido
Yo jugaba a estar con otro para otros
-Que también jugaban a estar con otros-.







Y así nació la mentira esa de patas cortas
El comodín de la casa en horas de incertidumbre
Y así creció la mentira en el mundo
Como verdades a medias
Como logofobias a la Justicia
Como temor –creo- a comprometerse.


IV

Tú no sabías eso
Solo o a veces acompañado
Íbamos al bosque… Íbamos al bosque
Porque disfrutábamos el cariño de aguas cristalinas
Porque correteábamos toros embravecidos
Porque saltábamos de rama en rama
En búsqueda de mangos de guayabas y de tamarindos
Porque vivíamos el sueño infantil... irresponsables… siempre.


Y sólo hablabas con la boca
Sólo escuchabas el sonido inocente del mundo –que era tuyo-
Eras sólo un minúsculo ser divagando en el seno de la naturaleza
Sin la pretensión siquiera de secuestrarla con la palabra <>
¡No! Las cosas únicamente existían y no eran para nosotros los niños
Para nosotros el mundo virtual era como los peces
En las ramas de los árboles junto al río: no preexistían.


V

Ayer no más perdí a mis padres
A mis padres los perdí sin llanto
Y con el alma enamorada de mí mismo
Sí –confieso-… Era un narciso más
Reflejándose en el espejo del absurdo.


El dolor y el sufrimiento fueron mi bandera
Mi bandera contra el aroma de aquél bosque divertido
Mi bandera contra el placer sensual de saberse eterno
Porque si mis padres lo fueron
¿Por qué no habría de ser yo también?








Sí –archívese y decrétese-
Conocí la muerte
Como quien conoce una mujer hermosa
Que de imprevisto te viene a visitar
Como quien te quiere vender un Seguro de Vida
Tocándote la puerta
-Incesantemente-
-Incesantemente-
-Incesantemente-.


Allí comenzó mi búsqueda
Un viaje tortuoso a la privacidad de mi alma
Y como Odiseo el astuto
Quise regresar al inicio del mundo
Porque ya no me bastaba ver al toro embravecido
U oler un sabroso mango
O palpar una delgada rana
O gustar de la espesa leche
¡No! Ahora deseé la otra orilla del puente
Deseaba la respuesta a la vida y a la muerte.


VI

Soy un hombre
Huérfano
“Lleno de resonancias efímeras”
Pero con ansías de luz
Aun dentro de mi oscuridad.

Quirón el centauro es mi hermano mayor
Noble salvaje amigo de todos los Centauros
Indómitos que enseñaban a reír ante el peligro
A despreciar la pereza y la codicia
Como él el sentimiento trágico de mi vida
Es encarar la violación de la Naturaleza
Con la justeza de la Humanidad.



VII

Piensa y luego conocerás.
Sufre y luego existirás.
Busca y luego llegarás a SER.
Muere y pronto renacerás de nuevo.


Un solo Dios

Un solo Dios es todos los dioses
Y es aquél el raptado a Cachemira
El Perfecto el Vocablo más triste
Que demuele la vida con los sueños De un futuro lejano y prometido.
¿Cómo decir alguna verdad sin Él
En esta tierra de atribulados
Con este mi equipaje lingüístico Desde la escritura hacia mí mismo ?


Lápida impersonal
Aquí yacerá tu cuerpo y sólo aquí bajo metros de tierra y cemento
¿Cuántos cuerpos atracados aquí antes de la caída del sol?
Entre el trozo de mármol y una caravana de hormigas
Recojo con la mirada estas letras sedientas de esperanza

“No lloréis No ha muerto Sino duerme”

Tal vez estas letras representen la miseria humana
Que un día hablará sobre este muerto
Señalando su país su familia sus hijos y quizás él mismo
Pero siempre con la pluma de los que se atreven a contar sus propias historias
Tal vez esas letras representen la esperanza humana
Que algunos escriben con la sangre de otros
En tanto estos otros vacíos y anónimos Vocalizan en el aire sus efímeros testamentos Efímeros testamentos esas palabras malgastadas en el papel antes de morir
Y que dan a los vivos Pan y Circo inexorablemente
¿Podrás dormir tranquilo
Si tus parientes te visitan llorando siempre?
¿Te atreverás a escribir tu propia versión
o sólo serás interpretado como en esta lápida impersonal ?


Suicidio del Padre

I

Se te vio caminando ebrio en las esquinas
Por una calle ancha
Volver a la casa blanca
Vagabundo sin estrellas
Padre te estás matando
Como un cerdo insatisfecho
Eres tu propio verdugo
Y no osas mirarte la cara
Tuve que cerrar los ojos Padre
Y rezarte ¡Dios te salve
Nada tienes de gracia! Te has muerto
-Sangre en tu hígado e hiel en mi corazón-

II

Se te vio caminar solo cerca del cielo
Sin miedo ni arrepentimiento
Ya Dios sonó los martillos
Y mansito mansito te fuiste a tu lugar
Hablaba San Pedro
Festejando tu muerte Él te escuchaba
"Porque ayer en mi casa blanca compañero
Sonaba el golpe de mi hijo contra el vacío
Le dejé el hielo en su alma y él es el desamparo
La tragedia es su noche de llanto
Lamento hijo la mirada triste que ahora llevas
Si todo te falta hoy
Con mi deber de Padre he fallado”.
No te preocupes Padre Que el escarabajo pelotero Labra su propio destino.




Panspermia tántrica

Más pulidos que el oro luminoso
Más rojos que las rojas rosas
Se atan los dos cuerpos amantes
En un orgasmo escultórico y ardiente.
Muslos de leona sombras de Julieta
Curvas ilimitadas senos latinos
Un faro los labios escarlatas
Y en la cabellera dos medusas putas.
En la fogosa lucha los pezones
Que se lanzan parecen dos peras
Reunidas en sabrosas disputas
Y en medio de los labios entrelazados
Dos almas de cristales delicados
Subliman y disuelven sus pieles.



Rapsodia de lo inexorable

I

Es hora del almuerzo
A lo largo de la calle
Perpetuos como máquinas skinner’s
Susurrando desencantadas palabras
Se disuelven los hombres sin memorias
En sus relaciones vacías
Sin amores sin sueños
Cada uno corre sin verme
Y vocifera como un cura satisfecho La alegría amarga de existir
(Es a través de estos hechos de lo oscuro
Que mi corazón sacude esa memoria postergada
Y como un loco la recuerda como un fénix renacido)

II

Vuelvo al trabajo
Aún sin amores sin sueños Como un farol apagado
En una mar seca
"¿Podrás renacer
En esta época de vacas magras
De las cenizas?
¿Serás capaz
En este mundo desencantado
De escribir los sueños de tu alma inexpugnable".

III

La memoria me arroja y me deja malhumorado
Una multitud de cosas vienen a mí
Mientras esa hoja seca se cae en este otoño frío
Ese es su destino Ha cumplido con su deber sin embargo
Un vagabundo rompe mi ensismamiento diciéndome
"Una monedita por favor tengo hambre”
Saco apuradamente del bolsillo dos monedas
Y él se las devora como si fuesen dos pedazos de pan
Así la vida del hombre pobre sin anhelos.

IV

No vi nada en los ojos de esa muchacha aburguesada
Sin embargo he visto más vida en una hormiga en el suelo
Trabajando su felicidad
O en un pedazo de papel arrugado
Como ese viejo lleno de memoria en la espalda
Palpando el extremo de un pie que le tendí.

V

Es hora de irse
El tiempo vuela
Y la oscuridad baja definitivamente
Canturrea el alma inexorablemente
"Contempla la luna que sale
Que te guiña un ojo hermoso
Que te sonríe siempre aunque le des la espalda”
”Di algo a la guapa flor
Y la luna agradecerá tu amor”.

Sinopsis de Rapsodia de lo inexorable

Como un farol encendido En una mar húmeda Has retornado a la vida .



Del bosque a la eternidad

Dos hombres se bifurcaron en un bosque
Y apenado por no poder vivir los dos a la vez
Siendo un viajero aún novicio largo tiempo estuvo llorando
Y mirando uno de ellos tan lejos irse
Hasta que se perdió bajo la luz de la luna.

Entonces experimentó el otro desfavorablemente
Y habiendo tenido quizás la elección errada
Pues era sensible y soñador
Quiso ver a lo que iba
Y hubiera preferido al otro que perdió.

Él esa mañana yacía inmutable
¡Oh había guardado su fuerza para el hermano!
Aun sabiendo el modo en que quería que las cosas ocurriesen
Pero nunca dudó en regresar sobre sus pasos.

Sinopsis de Del bosque a la eternidad

Debo estar diciendo esto con un dolor intenso
Dos hombres se bifurcaron en un bosque y yo
Yo viví el uno sin transitar el otro
Y eso hizo que me siguiera buscando .




Una imagen humana del siglo XXI

La humanidad tiene el corazón muerto
Y la belleza humana rostro atribulado
El valor se reviste de falsa moneda
Y la franqueza humana de tela vejada.

Las telas divinas son de oro ideado (Y no son de este mundo lo dijo Cristo)
La forma humana es esterilidad ardiente
El rostro humano es sepulcro abierto
Y el corazón humano epitafio de mármol .




La ruina universal

Pararás por siempre
Latente corazón Morirá el cuerpo
Que eterno nunca comprendí Morirás Para siempre este mi corazón
Suspendiendo tu palpitar Pero existe otra cosa
Digna de tus latidos en el centro del Gólgota
Un corazón más grande late afanoso y cautivo
Es tu vida la chispa en mi mundo subterráneo
Cálmate y no me desesperes.

La última vez A nuestra raza los Dioses
Otorgaron la llama sempiterna Por tanto sé sencillo
Desdeña tu aparente muerte y que la locura
Y el amor sabio
Queden recónditos en tu alma
Contra la ruina convencional
De que todo niño muere en la adultez .





Tus ojos y el amor

Eres el beso de la noche
Te amo como se anochece
Eres loca como el amor
Te amo como se abomina
Sabes que mis palabras te sueñan
Eres solícita en mi temblor
Eres fea como bella
Sólo tu corazón no me asusta
Tu vientre desnudo está hinchado con dos mellizos leones
Eres mi pasión y mi almohada
Tienes grandes los ojos de luna
Soldas el vacío en mi corazón
Lo que miro en esos ojos
Es menos que el universo
¡Pero si tus ojos son el Universo!
En mi corazón sensible
Está gritando el Infinito
Y todo se desploma Al caer el velo
Ofrézcame tus ojos
Amo este momento
En mi corazón tus manos
Excítame hacia la cama
Todo es bello
Sufro
El hombre siente la muerte
Con los ojos inmovilizados
¡Eres colosal
Por qué no me prestas tus ojos!


La Esperanza es una flor

El silencio intuye desatentas las miradas
Y el misterio está cada vez menos en la pluma y en la vida
En cada paso se vislumbra el amarillo de la tristeza
El horizonte con sosiego y calor hoy se pone lentes oscuros
Los actos se desarrollan sin límites
Aplastan la mirada silente el interior y el dios interno
Ya no se imaginan castillos en el aire
La piedra preciosa el árbol precioso los objetos preciosos
Ahora tienen pasado y futuro
Todo aparenta ser y es simulacro (Nadie desea ser como se es)
Dios nunca existió Pero no ha muerto sino que está en la Tele
Sí y el hombre es indiferente a esa indiferencia del mundo
Espectáculos sobreactuación y placer sin placer
Se cultivan a diario como si fuesen sexo seguro
El alma –misterio y belleza-
Seguirá durmiendo en el sótano de nuestra casa
(Queda la flor y está ahí para ser vista ).



Visión en el lago Villarrica

Anochece en silencio sobre el lago Villarrica
Dos mujeres transitan en la arenilla sucia
Un niño acaba su Castillo de arena (El poeta está sentado mirando ese anochecer estridente
Mientras describe a Dos Venus desfilando sobre la arenilla oscura
Y a Cupido simulando un Castillo de arena)
Se diría que era un escenario ensimismado La noche
Goteaba fría sobre las olillas y los peces
Esparcían humo azul en el crepúsculo (El Poeta
Las Dos Venus y Cupido estaban agitados La luz
Tenue de la luna los entornaba como planetas de una casa oscura)
Al día siguiente hacía calor y estaba el sol sobre el lago
Las dos mujeres en bikini se lavaban la boca
En la fuente del Castillo de arena Cupido
Suave y rubio semejante a los ojos de los girasoles
Asechaba inmutable Protegía la fuente como un espía
Con una Flecha de Plomo en la mano y las miraba embobado
”Negras mujeres se abren de par en par las piernas en la plaza
Mientras los maridos sueñan Castillos de arena”.
Cuando volvió la noche el Poeta siguió sentado
Ahora echando en las brasas a las dos mujeres
Hechas de la fuente del Castillo de arena La luna
Tenía cerrados los párpados Cupido
Estaba en el lecho con una flecha rota
Todos los del lago Villarrica reposaban Todos menos Zeus Que se lavaba las manos En la fuente del Castillo de arena desnudo .



Descompromiso

Benigna como palabra de plomo esta noche juramos
Juramos como las serpientes de los árboles de la vida
Hacemos un trabajo por el trabajo ahora sin juramentos
En pie esperamos la bendición sin sacrificios
Como ejecutivos del alma sin almas
Como abogados del derecho sin derechos
Juramos por Cristo Nuestro Señor de Todos los Días del Siglo
Pero el zapato vagabundo sigue descalzo
Y la boca del corazón de los niños sin alegría
Hacemos ante la Biblia los Santos sacramentos sin corazón
Juramos por gusto al gusto
Juramos en voz alta frente a los muertos
Y después del funeral nos reímos
Agitamos nuestras cabezas como si fuésemos idiotas
Somos juramentos perdidos Y a veces nos vamos con el viento .




Canto desde lo profundo

Yermo me hallo Zeus (o qué fueses)
En este día
Abierto a tus rayos -Que no me parten.
De ti he soñado tanto
En este día sin amigos Que perdido me hallo Dios
Sin tu gracia (tampoco llegas)
Ni siquiera en el trémulo grito
Escondido en mi garganta Que me hace fantástico A los ojos ajenos.
Te he amado y te he odiado
Castigándome el día que me incliné
Y sólo recogí mi propio bulto del suelo
¡Cuánta alegría tardía
En este mi corazón de plata! ¡Cuánto diluvio en el alma Por tu ausencia y tu falta !

Tardes de Proesía

Tarde 1



Esta tarde me invade la congoja
Del buen ciudadano optimista
No hay lugar para él en el mundo
Como tampoco para el resto de las aves.

Los sueños son sueños
Mientras los depredadores anden sueltos
Con la camisa perfumada
Y la mirada rebosante de hipocresía.

Esta tarde me invade la congoja
Por saberme vacío por el vacío
Escrito en la cara de los transeúntes
Mi sueño duele porque parece imposible.



Tarde 2


Cuando las palabras ya no tan amadas
Descienden por mis manos como letras perdidas
Y afuera el sol es apagado por el humo de las industrias
Yo me entierro la cabeza entre las piernas
Con ganas de cortarme en trozos
Junto a la mirada de los perros
Atentos a la comida posible del eterno amo.

Cuando los pensamientos ya no tan amados
Ascienden por mis cabellos como estática lumínica
Y afuera es noche y la luna se esconde por miedo
A los deseos incumplidos de todos los hombres lobos
Yo me escondo detrás de la ventana blanca de mi casa antigua
Y me diluyo en lágrimas cortantes
Como si fuese los recuerdos
Que vienen a la habitación sin haber sido invitados.


Entonces las palabras
Los pensamientos
Y yo
Nos disolvemos
En el silencio
De la hoja llena de vacío.



Tarde 4



Anochece. Me diluyo
En la trama del universo
Los pájaros cantan en lo alto de las ramas
Los niños juegan con sus nanas peruanas
Dejando una estela de nostalgia y mugidos
En esos corazoncitos francos y solitarios.

Me diluyo en la trama del universo
Ojalá pudiera recordar toda la historia
Tal como fue
Mas sólo registro “el viento rozándome la cara”
Sólo registro “el viento rozándome la cara”.

Tal vez me diluya también mañana
En ese banco sucio con mierda de palomas.




Tarde 5



Nuevamente Dios y Hombre se confunden
Como el niño y su amigo imaginario
Conversando –tendidos- en el patio trasero
(La herida es tan profunda.)

El silencio es un lenguaje que me supera
Por eso me refugio en estas virtualidades
Que van a dar en los estantes de las bibliotecas
Como si fueran hombres y dioses descansando.

Los muertos parecen más vivos
A los pies de la cama de los recién casados
Quizás la lluvia tenga algo que decirnos
O tal vez yo esté loco
Y todo se desploma y se desploma sin entender el porqué.

Quiero huir del pueblo y de las opiniones tendenciosas
Ir donde pueda darme un trompo y recoger
Las manzanas recién caídas del árbol del conocimiento
No sé tal vez esté loco
Y las manzanas caen de abajo hacia arriba
Y por eso los dioses y los hombres tanto se confunden.



Tarde 13

A Isolé Alay



Mis manos en tu cuerpo silencioso
Tu cuerpo silencioso en mi lengua encendida
Mi lengua encendida en tu boca húmeda
Tu boca húmeda en mi cuello frágil
Mi cuello frágil en tus manos suaves
Tus manos suaves en mi cuerpo silencioso.



Tarde 14



Dos cuerpos desnudos se encuentran en una habitación
En el día del sexo se encuentran dos cuerpos desnudos
El la besa y ella lo besa ¡tan deseosos de placer!
El la acaricia con la punta de la lengua
Mientras Ella es la piel acariciada por esa lengua
Ella lo desea como a un jardín lleno de muchachos
El la devora como las olas del mar a sus costas
Ambos gozan ¡gozan de gritarse amantes libres!

Dos cuerpos desnudos se encuentran en una habitación
Se olvidan de las opiniones ajenas… de los siglos de prejuicios
De la iglesia santa y de los políticos y de los ajenos moralistas
Sólo disfrutan del placer natural ¡disfrutan llamarse Adán y Eva!
Disfrutan para no morir ¡porque saben que la vida sería una sola
Y que el tiempo pasaría como si fuese un monstruo al acecho!



Tarde 15

El sueño de un hombre misterioso
Es tomarte de la mano y llevarte
Con lentas caricias
A la cima de una montaña.

Y vivir juntos
Desde allí
La belleza del infinito “entonces”.

Luego
Con dulces miradas
Decirte en voz baja:
“Esta soledad compartida es inmensa”.

Y sentir juntos
Desde allí
Las manos del viento, acariciándonos.

En ese instante
Con tus manos
Mis caricias
Y el viento
Escribir este sueño
Sobre ese lejano horizonte.




Tarde 17



Las nubes
Como negros caballos pisan la tierra
Mojándola con agua del universo mudo
Mientras tanto un hombre solo en una casa sola
De frente al computador con la pantalla en blanco
Escribe que la poesía es soledad sin salida y destierro
Algo muy reducido como un pueblo peligroso y muy bello.

Ya pasaron los negros caballos con la frente en alto
Se fueron a pastar en otras tierras con otras soledades
Mientras tanto una perrita vagabunda duerme sola
Encima de un trapo viejo con el alma en frío
Después de haberse comido un pedazo de aire.

Ahora aparece un cuarto de luna en el cielo
Como un queso rico y tierno
Entonces me palpo y me disuelvo
Con el alma cosida a las nubes.







Tarde 18



La sordera de las piedras ante el canto solitario
De la poesía en llanto, es una propaganda cruel
Del mundo fácil a la juventud lastimada
¡Dios quiera que mañana las palabras renazcan
Cual un ave fénix de las cenizas de un poeta frío!

En tanto, hoy vacilamos entre las palabras que nos pertenecen
-Que están allí desde el principio-
Y las otras, aprendidas en los libros o en los colegios
¡Dios quiera que mañana las palabras renazcan
Cual un ave fénix de las cenizas de un poeta frío!

Llegará el día el instante el minuto
En que nuevamente nos encontremos con las palabras
Inseparables de nuestro ser en ése día
Sentiremos que nos dolerá la mentira
Y más aún la verdad…
¡Dios quiera que mañana las palabras renazcan
Cual un ave fénix de las cenizas de un poeta frío!

Desde el fondo de ti mismo brotarán estas palabras
Volverán los escarabajos las serpientes
Y en el escritorio de algún solitario frío
Desayunarán las heridas del hombre necio
¡Dios quiera que mañana las palabras renazcan
Cual un ave fénix de las cenizas de un poeta frío!




Tarde 22

Dedicada a Dashi



Jesús fue tan hombre como tú eres Dios
(La contradicción está dolorosamente en la cabeza.)



Resiliencia (o huellas del alma)

El sueño dramático



Un hombre x juega a ser una ave y
X e Y equivaldrán a dos monos con cabeza de ave.


Las aves de este mundo son débiles
Por eso inventan viajes inconclusos
Imperios en el nombre de Dios
Ciudadelas incorruptibles al sonido del pueblo
Por eso sueñan los hombres historias inmortales
Para no morir.



¿Amarramos nuestras naves sólo a la pluma?


¿Ha olvidado el Amor la promesa generosa
De juntar a las especies con la luna y el sol?
¿El mundo no está enmoheciéndose acaso?
¿Cómo es posible ser feliz: aquí y ahora?

¿Todas las grandes personas se oxidan
O amarramos nuestras naves sólo a la pluma?

(¿El animal que habías amado
Ahora es sólo un vendedor de “Seguros de Vida”?)

¿Ha olvidado el Amor la promesa antigua
De quitar el dolor del corazón de los niños?

¿Todas las grandes personas se oxidan
O amarramos nuestras naves sólo a la pluma?



Canción

A todos los héroes asesinados.


Ya está instalado el hierro en el alma
La pólvora y la sangre de injusticia
Sobrevive aún en las ásperas manos del Tirano
De injusticia la pólvora y la sangre
En el alma ya está instalado el hierro.



(I) El Día de la muerte de la Madre


04 de Julio de 1984


El juego ha terminado
Ayer el niño era un triste cordero
Tímidamente Un juguete del Estado Paterno
Hoy ha crecido y es algo feliz.


¡Ay Hacia la tumba va el cuerpo de la Madre Ausente!
El niño camina indiferente, acompañado del llanto de sus hermanos.
Un tibio aire refresca su alma confusa.
No sabe qué significa la muerte.
A partir de ahora vivirá sin Autoridad.


El hermano mayor grita por toda la calle colorida:
“¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?”
Como si su voz herida pudiese revivir a la muerte: ¡No!
La esperanza son las flores cerca del cuerpo inmóvil.


¡Tan misteriosa la vida... tan llena de melancolías!
...y Dios? Llegó a ser el Patio trasero de las Iglesias.
(El día de la muerte de María Helena,
el niño tuvo que “acuchillar” su felicidad)




(II) El día de la muerte del Padre


12 de julio de 1989



(Otra vez temor y temblor)

A pesar del Padre actuar como un vampiro insensible,
el joven no olvidó la caricia,
construida en la casa invisible, años atrás.
Mas halló la imperfección moral del bárbaro:
Y su amor reducido hundió en el niño la señal del pecado.


La casa blanca estaba triste.
En las paredes, oscuras por la corrupción del hombre imperfecto,
se escribió con sangre la verdad del alma inocente.
El Niño era sólo un espejo:
Y el silencio fue su escudo contra la injusticia del amor lisiado.


Otra angustia llenó el corazón entristecido: Otra muerte.
Una apenada alegría llenó sin embargo, el alma del muchacho.
Era tiempo de desprenderse de la esclavitud,
edificada sobre el tronco torcido.
¡Era hora de la libertad!
¡Era hora de la esperanza!
Porque en el corazón mutilado del niño,
la fisura comenzó a cerrarse.




(III) La llama del perdón


A los que han muerto sin decir “te amé”.


“Ay la tarde que camina hacia las sombrías aldeas de la infancia”.
¡Ay la (llama) que camina hacia las sombrías aldeas de la infancia!
El árbol de guayaba aún verde sobre la tierra húmeda de lágrimas,
entrevé la mirada ignorante del niño, amante del bosque de sí mismo.
¡Ay, y el niño canta sobre la rama azul del árbol de mango,
la canción de la melancolía y de la soledad sazonada.
Los astros se alinean en el firmamento:
¡Es hora de volver a nacer, después del cambio de piel!
¡Es momento de aprender a amar, después del camino sin flores!

Una llama blanca irrumpe en la casa negra del dolor pasado:
Las cuatro esquinas de ese mundo huraño vuelven a construirse,
ahora sobre una tierra con suelo en las montañas.

¡Ay, el sonido del perdón! ¡Ay, el sonido del perdón!
Al negro jardín retornó los colores vivos,
y el alma en llama invitó a todos los Padres
a extraviarse en el Bosque de la vida, alumbrado por la Poesía.
(¡No olvidaron que en las tumbas,
también yacían asesinos de niños!)

¡Ay, el sonido del perdón! ¡Ay, el sonido del perdón!
El niño ruega en el corazón invisible de Cristo:
La llegada de los sueños es inevitable
y la llama avanza hacia el centro del corazón
C I C A T R I Z A D O .

(IV) El niño en llama

A todos los pecadores.


Al anochecer se escuchaba el canto de los grillos en la casa blanca.
En la casa blanca un moreno sapo saltó en el patio
y susurró a una tropicalia rana, enamorado.
Al niño en llama lo recibió un Poeta en el camino, quien le dijo:
“¡Amargo fue el olor a incesto en la casa blanca!
¡Amarga fue la lucha contra el sufrimiento!
Mas llegó la hora de conocer el fruto del Hombre-Pescador:
Rastrea a la Serpiente. Hechízala con Tu poesía,
y sana las heridas en la piel del alma”.




(V) Melancolía de la luna


Dedicado al alma de Georg Trakl.

-La caverna sombría se encoge, Trakl-.
Y las luces de la luna la atraviesan como dagas.
El hombre sabio, serena y protege su morada.
Entre tanto... Otro yo se escabulle, nervioso

repitiendo el sonido plagiado del sol,
que la luna esconde
en su seno
como una secreta condena.
El azul tupido del pozo rememora las almas perdidas.
¿Acaso allí no asesinó también el Minotauro?

La relumbrante escena se parece a la pregunta: ¿quién eres?
¿Quién eres? ¿quién eres?
que se confunde con los cuerpos, con las sombras de los cuerpos.
Es que tal vez alguien quiera simularnos otras respuestas...
Otras mentiras...
Otras salidas sin esperanza.

A lo lejos se percibe a los buitres vestidos de ovejas.
Como una pandilla de astutos pastores del mundo.
Colocan sobre el muro objetos maliciosos.
Colocan sobre el muro sonidos muertos,
para que el esclavo en la caverna tema siempre.

Hacia la amanecida, la melancolía de la luna estalla:
El alma herida y el pecho, encadenado.
Murmullo del alma al sonido “alma”



Murmullo del alma, bello y místico:
De tu silencio pende el misterio de Dios.
Ese silencio que sólo los animales pobres,
guardan en sus almas
como un tesoro.


Niña, cándida y esquiva:
El negro se desploma sobre el blanco de tus palabras-vacías.
El mundo se desploma sin tu sonido tembloroso.
¿Por qué perdimos tu voz bella?
¿Por qué te asesinaron
confundiéndote con una puta?


Sin embargo,
tu sonrisa es nostálgica y aún sueña el corazón de Dios.
Esperaré... esperaré...
A ver si el sol inventa otro murmullo...
A ver si tu susurro inventa otra esperanza...
A ver si a la dureza del corazón,
-te repone-
como mi Amante.