miércoles, 16 de enero de 2013
Oráculo del amor II
Proema 1
Me pasa que la noche me trae tu tierna sonrisa
Y como un loco me resbalo en tu larga cabellera
Soñando un profundo abrazo a tu secreta alma
Y me pasa que anhelo interminable esta conexión.
Como un eco solitario abrazo el perfume del árbol
Que me impregna toda la existencia y alegre me río
De esta dicha sempiterna que mi alma recicla temblante
En la comisura de todos mis rincones cuando te...
Me pasa que te siento sin apenas haberte acariciado
Sin apenas haberte olido la fragancia que te envuelve
Me pasa que te siento... te siento... me pasa...
Sin apenas haberte oído los labios musitar palabras.
Me pasa que las horas corren como los ríos
Y yo te busco las manos para contarte historias
Y así lentificar el tiempo (yo lentifico... tú lentificas)
Me pasa que la eternidad es una gota de almendra.
Me pasa que en las esquinas del Parque Forestal
Te miré ingenuamente... (estabas y no estabas)
Y eso me hizo recordar a Renoir y su colorido
Y... y... y... y... y... y... y... y... y... y...
Son tantas cosas... y el viento enamorado de las hojas
Y las hojas enamoradas del viento... y el polvo de la tierra
Caminando con el polvo del cielo... y la mirada de los gatos
Serpenteando la mirada de las caricias... y tú... allí.
Proema 2
Te veo en las calles cuando camino
Te siento el invisible aroma en mi piel
Y en las hojas de las flores te huelo
Corto las dalias las azucenas y los claveles
Y me llevo el horizonte en la espalda
Para escribirte "mi corazón te palpita".
Proema 3
No sé qué pasadizo me trajo hasta tu mirada
No sé qué barca navegó a mis silencios
Mas llegué hacia tu puerto
Como un lucero un loto y un sueño.
Proema 4
A lo mejor está lloviendo de arriba para abajo
De una esquina al centro a lo mejor está viendo:
Quizás el borde leonino esté a la presa acosando
Y ella reposando se guarda en su espacio natural.
Ese hereditario temor a lo desconocido es normal
La sensación curiosa y también la vibración terrorífica
Polos opuestos de una misma moneda de siete vidas
Alguien tira una flor a la vida y otro la recoge osado.
Notamos que la dulzura de las palabras embellece
Y alimenta la lluvia la esquina el borde y tu espacio
A veces nos acostumbramos a la piadosa mentira
Y enterramos en nuestra piel a la amorosa verdad.
Ceso entonces las invitaciones ingenuas y alegres
Y ahora espero en las notas musicales de tu tesitura
La melodía que creará la canción del conocimiento mutuo
Y a lo mejor tu espacio el borde la esquina y la lluvia...
Proema 5
Trozos del cosmos en mi piel
Dejaron tus ojos de oso panda
Y me recorrieron raudamente
Hasta entibiarme el corazón.
Proema 6
Nos juntan los deseos la frescura de la piel
Las historias de amores y de desamores
En esta ruta hacia la montaña del alma
Nos une un hilo de plata que proviene
De los anhelos más inocentes del corazón.
Y así y todo quisiera enrollarme en tu piel
Como una caricia que rueda en la luna
Y así y todo quisiera derretirme en tu boca
Como una frutilla a punto del ocaso.
Nada nos separa en verdad y todo
Nos une en verdad en verdad tú
Y yo no existimos sino en nuestras
Tibias habitaciones hechas de sueños.
Proema 7
Al amanecer un alado viento me trajo tus ojos
Y en ellos el reflejo del mundo que cobija tu alma
Y ahora siento la brisa que te acaricia las mañanas
Como lenguas de sol que se diluyen en gotas de miel.
No puedo retroceder el tiempo y volverme de veinte
Y no puedes avanzar el tiempo y volverte de treinta
Cada cual tiene lo que es y ha llegado a ser...
Y así cada uno avanza según lo que fue y será.
Estás en tu propio y tierno y perfecto laberinto
Buscándote... para devolverte pronto al hogar
Mientras que yo alegre me devuelvo del hogar
Y te encuentro en mi camino como flor y misterio.
Y allí estoy y me detengo en ese bello instante
Y te observo y te anhelo y te respeto y te sueño
Mi corazón es un mar derretido de luna llena
Y como un loco... loco de sabia luz y de sano amor
Te sigo desde el espejo y avanzo en mi camino
Reteniendo ese encuentro en mi pupila café
Como un lindo misterio que me sonríe y me dice
"El alma se sorprende al reconocerse en otra estrella".
Proema 8
Hoy las estrellas sonríen en mi piel
Hoy me dono en la caricia callada de tus ojos
Hoy siento el aire alado de las constelaciones
Hoy las estrellas sonríen en mi piel.
El encuentro suave de los invisibles cometas
La dulce melodía del sonido alegre de las manos
Que se tocan como el final del río con el mar
Hoy las estrellan sonríen en mi piel.
Me resbalé como el agua de la ardiente fuente
En tus venturados oídos que escucharon mi voz
Y sentí el tibio perfume de tu delicada cabellera
Pintar el espacio de sueños y de eternidad.
Hoy las estrellas sonríen en mi piel
Después de tristes estaciones de vanas búsquedas
Y de mi boca florece este poema alquímico
Regado con el polvo estelar…
Y la mirada dulce… de tu alma.
Proema 9
Ya huelo desde esta lejanía la posibilidad del amor
En la tierna mirada y en la perfumada piel tú eres
Esa dicha que sueño en mis horas de mustia soledad
Y encontrarte en las caricias es mi ansiada búsqueda.
Ya quisiera hundirme solárico en tu larga cabellera
Desde allí besar cada poro de tus esquinas de mariposa
Olerme en ti palparte en mí oírme en ti gustarte en mí
Sentirme en tus argentos pulsares la sutileza de tu danza.
Ya quisiera bailarte con mi desnuda alma y serte franco
Porque ansías la bella verdad como un fértil fruto eterno
Que en los instantes de la tristeza florecerá como bondad
Y alimentará las entrañas insondables de nuestras almas.
Hoy (aquí y ahora) me quedo yo con esa despertada alegría
Tras la sintonía acertada entre mi sueño y tu secreta busca
Tras el abrazo invisible entre tu deseo y mi alegre hallazgo
Hoy -Mariposa azul- se inicia esta historia entre dos soles.
Proema 10
“Te espero en la quietud del tiempo
en la mirada tranquila”
Raquel Valenzuela
Te espero en la vitalidad del encuentro
En la sonrisa de haberse hallado
Te espero… en la tierra del sol
En la cornisa del lejano horizonte
… que aún no beso y anhelo
En mis volcánicos campos.
Te espero en los poemas
… que aún no he escrito
Y que esperan florecer
Como dalias y crisantemos
Con el perfume de tu piel
… que imagino dulce y suave.
Te espero en mi voz intensa
Que no ha callado tu nombre
Porque te respiro en silencio
Esperando que llegues
A revelarme que ese día
Tus manos y las mías
Se vuelvan a reunir
… ahora, eternas.
Proema 11
Estás en mis mañanas hablándome al oído
Tocándome la espalda con tus suaves manos
Yo te siento en esta amarga lejanía y cercanía dulce
… me doy vuelta y te digo “buen día, mi fuego”
Y te abrazo en mi pecho y huelo tu cuello
Y te agarro la cintura y te miro en mis ojos
Y mi mano huele tu piel y te aprieta hacia mí
Y te derramas en mi cuerpo
Como agua de río… que bebo en mis labios
Gusto el sabor milenario de tu alma
Que busca reconocer en ese cósmico baile
Sin máscaras ni políticas ni cárceles
En ese bendito desayuno desnudo
La fuente que sellará nuestra ventura.
Proema 12
Ya brota de mis labios un poema
Azucarado con el néctar de tus sensaciones
Que me recorre todo el cuerpo como un río de fuego
Ya brota de mis manos una sabrosa fruta
Confitada en la noche infinita del tiempo
Que nos absorbe las horas raudamente
Mientras construyo puentes en tu dulce piel
Y camino en tus calles y recovecos
Oliendo el paisaje que tu energía explota
Ya brota de mis ojos la precisa melodía
Endulzada con las constelaciones de tus movimientos
Que se desatan en mí como sonoras ondas de placer.
Proema 13
Me enredo en tus labios húmedos de miel
Y allí me derrites el alma fresca
Me fundes en tus suaves manos
Y en tus profundos ojos
Y en tu sabroso aliento de extraterrestre
Ven... que quiero cogerte... de la alada cintura
Agarrarte la luna en tus brasas curvas
Hipnotizarme en tus pulsares constelaciones
Beber el almíbar derramado en tu orquídica piel
Lamerte cada laguito en tus alborotados senos
Y en cada hondo pozo hundirme en tu mansa savia
Y gustarte con mi lengua emperatriz
Y serme en ti… la nada y el todo.
Proema 14
I
Ninfas coquetas bailaron en tu delgada piel
Antes del amanecer... junto al sonido de mi corazón
Dueñas de mis sentidos en ese instante de heroica aventura
Inmortales me derretían fusionándome en tus pulsares profundos
Alimentándome de la savia mortal de tus ojitos encendidos.
Proema 15
En tu mirada esa mañana cálida mis afanosos labios
Acariciaron los tuyos recién despiertos del largo sueño
Tras la agitada noche en que nuestros cuerpos sudaron
El amor crucificado en nuestras manos de siete soles
En ese instante de eterna sonrisa te sentí nutritiva
Como lluvia de semillas fecundantes y nacaradas
En la piel del alma incinerada de besos y restos
Del ocaso palpitante que nuestros corazones callaron
Te amé todos los espejos de agua en tu dócil cuerpo
Me ahogué en la humedad estelar de tu divino sexo
Y me diluí en tu sabia mirada de fémina indómita
Y allí tuve el infinito en mis esquinas de macho manso
Hoy recuerdo en estas líneas de carbón aún inflamado el ayer
Crecido en las vibraciones exquisitas de nuestras células
Al contemplarnos en el bendito amor que nos regaló
El destino cuando ya la soledad nos prometía bendición.
Proema 16
A Anko
¡Tuve ganas de amarte y de que vos me amaras!
He imaginando todo, desprejuiciada y libre
Te amé durante horas sin avisarte nada
Te besé tantas veces en la pseudodistancia
Recorriendo tu pecho
Caminando tus manos
Cerrándote los ojos Detenida en tu boca
Y me quedé en tu cuerpo sin avisarte nada Sin poder avisarte Y sentí la nostalgia de besos y susurrarnos con el alma desnuda.
De un tiempo sin apuros....
Y de larga noche
Casi irrecuperable que inventara
Un espacio sin triunfos ni derrotas
Donde nos encontráramos con el alma desnuda
Pequé con tantas ganas de imaginar amores
Pequé con el deseo de estar los dos amándonos
No quiero abrir los ojos....
¡¡Quiero seguir pecando!!!!!
Te besé tantas veces y tanto te seduje que casi te asustaras
Si me ánimo a avisarte con estas ganas altas que sentía de amarte
Es cierto: te amé mucho
Más allá de este cerco de raras circunstancias
Más allá de mi sino de vos y este deseo inconfesado y bello
Y por haber sentido tantas ganas de amarte
¡Te amé sin avisarte! ¡Sin poder avisarte!
Proema 17
El trabajo interior es el comienzo
del florecer de tu campo interno.
Anko
Perdóname
Por haberte hecho daño
Mi sol dispara mil flechas
Y busca azucenas por doquier.
En la quietud del ocio
Persigue hedónicas imágenes
Que me dominan la carne
En un santiamén.
Me has aniquilado de tu corazón
Y yo he retornado a mi solitud
¿No es extraño este amor
El de nuestra animalidad esclavos viles?
Me queda el aroma de las flores
Las sonrisas de los niños
El canto alegre de los pájaros
Y los caminos que llegan a Roma.
Cada día más me convenzo
Que el auténtico amor
No es el de pareja
Ese que te quita libertad
Por los excesos animalescos
De la ciega materia.
Cada día más me convenzo
Que el auténtico amor
Es ese que da incondicionalmente
Ese del que nos hablan los Grandes Maestros.
Ese amor que regala a la Humanidad
Los frutos benignos que la adoban de amistad
Y nos cree un campo interior muy florido
Para que nazca por fin la alegría y la paz.
Proema 18
Estás tan lejos de mi presente
Y aún así te añoro en mi pecho
Como un latido encendido
Allá junto a tu lecho.
Proema 19
Interminables han sido las historias de amor tan infame
Ninguna más triste que esta que hoy voy a contar
Fue en la casa de mi mejor amigo José Miguel Hipócrita
Innegable “amigo” que mi alma pudo entrañar
Domingo trece de noviembre del dos mil once
Este energúmeno rompió la alegría en mi corazón
Limosnero del amor me birló la mirada conquistada
Ingrata malparida –grité enfurecido a los cuatro vientos-
Dónde quedó la promesa ante Dios y los testigos comensales?
Ay, Tristeza, yo estoy herido con la flecha ciega de Cupido
Dónde podré guarecerme el alma maldito domingo sin dios?
Proema 20
Retorno a la existencia desintegrándome en el todo
Como átomo lluevo sobre la tierra fecundada de mí
De mis partes milenarias que antaño ya se esparcieron
Sobre el planeta como pompas de diamante o rubí.
Soy un hombre, fui un colibrí y mañana tal vez un oso
Somos átomos de amor anhelante de amor sempiterno
En la copa de divino vino y en la plaza de lindas flores
Soy el aire, fui una serpiente y mañana tal vez un traje.
Nunca nos morimos porque la eternidad se esparce
En los rincones de la madera y del augusto cerro
En el abrazo de los amigos y en la tierna primavera
En la mirada de los niños y en el pesado hierro.
Espasmos cósmicos del placer yo te juro que amo
El sol que nos quema sin herirnos jamás la piel
Que nos recuesta en la escala musical de la vida
Y nos enseña que ella tiene sentido en sí misma.
Nunca morimos cuando nuestros párpados se cierran
Seremos la noche estrellada y las nubes en el cielo
Las gotas de rocío del mar y las dalias y los crisantemos
Seremos siempre la lluvia y también el sino de los tiempos.
Proema 21
Estoy en la luz de las estrellas En el rincón de los inocentes En el sueño más callado Y en la herida aún latente.
Camina erguida con vos primero
Mis huellas son tus huellas
Recuérdame olvidándome luego Acuéstate mejor con tu alegría.
Sí te lo digo se deshace en hielo
Y pierde el calor de mi alma
¡Yo soy el sol en tu pecho!
No es necesario que me llames.
Hay muchos rincones vacíos de mí
Mira dentro del closet y métete allí
Si te lo digo las almohadas lloran
Porque mi voz susurra tu nombre.
Iré todas las noches que me necesites
Mas también te dejaré libre en tus sueños
Para que me extrañes sin dolor
Y pueda yo morirme amándote.
Proema 22
El bosque de mi infancia es el corazón de mi casa
Allí corrí tantas lunas y contemplé tantos plataneros
Me subí a los hormigueros montículos y me resbalé
En los hirsutos campos de flores y de selva tan magna.
Era la adusta vida la tímida esperanza la nutrida fragua
Ese campo interior donde el agudo Teseo salió triunfante
Ahí dónde han señalado los genios ocurre el canto sagrado
Y nunca muere el ocaso de la luna en agua resguardada.
Allí dónde el craso tiempo se disuelve cual ligera nada
Yo vengo de allá profundo y urdido de sendas historias
Mas sigo el camino que me lleva de regreso a la estrella
Esas historias son hojas que se marchitan con el viento.
El bosque de mi infancia es el corazón de mi casa
Y allí viviré eternamente el ciclo de la existencia
Como un caudaloso río que brota desde el Ganges
Y va a dar a la misteriosa mar de los sueños albos.
No te negaré que a veces me pierdo en el claro camino
Mas recuerdo en lo alto del cielo aquella estrella fugaz
Y mis presumidos días se comen la cola como una cobra
Y nuevamente me recompongo en la meta y en el viaje.
Proema 23
Lumínico quinto satélite más grande del Sistema Solar
Una vez fue la profunda mirada del alma inteligente
Nacida de la colisión fantástica con un protoplaneta X
Ahora es la diosa Diana en el cielo y el silencio en la mar.
Proema 24
Como pedir no hay engaño
Y he hecho mis deberes con creces
Yo también me sumo
Queridos Reyes Magos
Y mi petición es la siguiente:
Una amiga del alma
Que no sea venenosa
¡Y menos lésbica!
No, no creo que sea fácil
Pero ustedes están
Para sacar conejos
De los sombreros mágicos.
Que sea además alerta
Femenina
Poética y
Natural…
Con astucia medida
Con trabajo propio
E independizada
Y no estaría nada mal
Que tuviese
Ya hijos
Y le gustase leer
Poesía
Filosofía
Y Esoterismo.
Con estas cositas pocas
Me conformo, queridos Magos
Y bendiciones por allá
En el cielo.
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