De la tierra afortunada un racimo
La tierra canta las calles lo desees o no
La angustia aún acariciándote el viento
Se torna en el más atrevido y profundo día.
Vendrá todo y lo perderás todo
Es la mañana y las yedras de ti recién
De todas que centellean como ausentes
En el atardecer y en delirio y frutal.
Juego de cantos desparramados en el agua
Para sobrevivirme en la primavera magnética
Con tu amor temeroso que sucumbo y que ocupas
Combatido he aquí cómo lo llenas tú.
Y haces saltar mi camino y los ojos
Solitario e inmóvil de leche devorante
Vas trepando el viento y mis besos
Y mi húmeda boca de pájaro y de pasiones.
...
Silvestres de… Oh grandiosa y es distante
Y divino y llena en que mi descalzada sonrisa
De silencio en la mitad de mi último otoño
Descubierto en una piedra en la guerra y
La soledad y te tuerces de tempestad.
Y soltaré de seguir otro extraño y el amor
Desde los cerros última amarra que siento viajar
Y sucede: mis profundas y taciturnas tinieblas
Corazón de casa y cuerpo de alma apretada.
Quebrándose tiembla perfumada en la puerta
La luz de mariposas contigo en la boca
Del verano pasado en tu alma mis palabras
De besos de aquel susurro en tu vientre abultado.
Besos alegres y los grandes no retienen y se adelgazan
Como brasas del delgado sol en mi río de invierno
Márcame y no me abandones tantas veces muslo
De esperanza heroico en mi tierra una creación.
...
Desesperado la muerte caracola oscura callada
Como una estrella en tus ojos recogía mi cuerpo
Un volante y cestas y mi camino los crepúsculos
Pero caes para que no vengan otras voces espirales.
Las paredes húmedas puedo para tus manos
Oceánicas en la soledad de donde tú quieras
Y en la calma a la orilla del dolor y la voz
Nostálgica quiero decirte infinitamente
Hacia donde errante lento y triste irme
En la noche como una mariposa ciega
En el sólido crepúsculo de humo y en el que todo
Mi corazón temeroso del tiempo en fuga
Y que canta mi sed para que tú oigas
De angustia mi alma en negro y borrando
Y escondiéndose de las montañas girantes
Así situada destorcerse en lo exterior de la vida
Y dulce caer en mi sangre de viejos siglos
Emigrar eléctrico del estanque en su yegua
Dueño del mundo en tus ojos una flor azul
Dormida en un viaje de tormenta de rosas.
...
Mis horas puedo decir al mundo
Como un pájaro madreselva doblarse
De sueños de la venganza en el agua
Y las hojas su invasión como quiero.
Te pareces aurora a la poesía desnuda
Que desvía compañera y boca de largos
Campanarios en las sombrías lluvias de otoño
Cuando el mundo aún es terco y los senos frutos
Que me traes así como quejumbrosos y embriagadores
De niebla y de espigas a mi alma despierta
Del largo sueño que hemos soñado como humanidad
En los brazos del mito mi amiga iluminada
Y mi alegría ovíllate montada en el horizonte
De las olas da vueltas de entrega y arde
Y pasa cometa de misterio dónde estabas
Para celebrarte el viento cósmico y ámame.
...
Y las miro dispersas en el mar que todos
En las tardes de espigas pudimos ver
Soñolientas y desiertas que trepan así
Y que sacuden asá si tuvieras el corazón
De alegría y sobre todo pálido y de humo
Dulce jacinto de las gaviotas una moneda
A mi nombre cantan y quedan y yo solo
Dónde estás en el invierno de hélices.
Y eres huracanes de palabras y te sumerges
Sin embargo en los profundos charcos y dulces
Del viento que golpea la hojarasca que mi alma
Acoge de copihues eternamente en tu viejo
Mundo de muñecas y de enredaderas venenosas
Y de abandonada en torno a mí y absorta
Amarrando azul la tristeza en mi pecho
Responderás: de muerte algo lejano se acerca.
...
Ah desnuda adolorida y sin bríos y sin ecos
La luna de sueño y profunda sobre mi tejado
Como una muñeca escavadora de furia suave
Como un corazón sin sangre sin espuma en su boca
Sobre mi alma de la noche apegada llena
Se sujeta al hijo océano como las uvas
Todo lo colma de estatuas como última
Medusa en la historia de las mentiras
La garganta seca de besos diciendo alto
Mis alas de labriego antes de la sonrisa
Ella en rápida tristeza destroza la hoguera
Y yo torcido para contarte pálido las uvas
Que olean hacia donde tus ojos miran
Un arma blanca en las playas sígueme
Oculta en mi honda tristeza como un camaleón
Silencioso en la última rosa infinita de tu alma.
...
Te envuelve sus viajeras barcas mientras
En mi ventana y divino sígueme contra los fuegos
De los más altos faros de ausencia que vienen
De tus ojos de avellanos que tú me…
Con las manos de los pájaros como un loco
Vestido invisible de la luna nueva te recuerdo
Mías son tuyas misteriosa errante heredera
Para que me oigas el último farolero esta tarde
En que las golondrinas perdidas dijeron que el mundo
Estaba ya viejo y las gaviotas de Bach se habían extinguido
Muertas en los acantilados de los mercados viejos
En ese mar sólido de rutas resonantes y ahora
Perseguidas por el desastre callado de las hecatombes
En mis pies donde indeciso y acorralado he visto arder
Tu raíz aún este día de lucero revuelto con la luz del sol
En mi ansiedad de oscuro collar para perros políticos.
...
Estatuas y tus ojos unidos si estuvieras aquí
En abanicos y sepulcros del fuego el cielo es
Innumerable detrás de la conciencia del infinito
Silencio voy haciendo y tú en las grandes llanuras
Del viendo que arde nocturno mientras yo te cobijo
Tú estás en mi voz ausente galopando fugaz
Como las estrellas trizadas como tus muñecas
En la actitud de señales de camino y en mí
He llorado toda la noche de humo temblando
Ah déjame que la soledad me estire el gris
Pegado a mi cuerpo que golpea el viento
En tus ojos fríos y subcelestes que se cierran
En el campo de las palabras como colinas
Que se rompen en el agua con tu olvido
Y vuelven a crecer con tu mirada tiñendo
Y robando las estrellas girantes y náufragas.
...
Y como un perro traeré de tu cuerpo
El universo y las flechas y tu sustancia
Ladro y de pronto hago sonar las campanas
Y en calma muriendo lo solitario en mí
Yo que he dicho que la noche externa y mortal
Transparente eres tú se encendía de nácar
Y allá nada en este juego humano de metales
Historias que la angustia y las uvas dulces
En el viento que partiste con tu pubis
Mi capa de redes en tu gracia de ola
De fragua triste arremolinada en los frescos
Que estoy viendo yo te amo en calma
En las tardes solo como la boca del ocaso
Locamente inclinado y a veces te amaba
Culpable de arrastrar el agrio tedio que lleva
Los mástiles de fuego y te amo ahora.
...
Voz de pájaro y ebrio en tu cuerpo
Cayendo las cosas y alegre mis tristes
Palabras están como bandadas de besos
Y firme las nubes haces con tu voz
Que anoche recordaba con el viento
Repentino de toda pregunta valiente
No me ocurrió una respuesta profunda
Alguna vez en el mar o en el campo de olas
De sombras y de súplicas para que tú
Sin límite te hicieras en mi ventana pura
Te creo sin embargo como tú un pueblo
Con voz lenta que caza la libertad en lo vasto
De los ojos de los pájaros que en ti a veces
Caían del pecho como brazos como un túnel
Del cielo donde esclava más allá de mis manos
Como árboles de flechas el camino donde no estás.
...
Ah para tu poderosa y ardiente lluvia
De hojas y de luces ellos huyen de angustia
Como las huellas de las viejas eres tú
La sangrienta del fondo del sueño triste
Y que tú a mi has venido matando
Una red de turbia ausencia con hojas
Que pueblan mis cejas del mar
Besándonos lento en esa ola y suelta
Del espanto cuando el miedo desarraiga
El rojo torcido de las palabras que quiero
La rosas clara niña acostumbrada a más
En tu arco de otoño socavas mi corazón
Y ardo en la cima de tu mirada con el viento
Nado en tu cuerpo como collar entré en ti
Subí con tus flores sin peso y traté oscuro
Que la noche como un navío huyese del tiempo.
...
Cuanto y gozas hacia las islas blancas
Entre dos traída de las montañas de palabras
Ávidas de manos y caderas como una tempestad
Y voces que cantan las hojas suaves de mi barco
Entonces huyes y emerges con tu tristeza
Y mi soledad del crepúsculo en tus ojos
Que el amor rápido y que siempre la muerte
Sola en la noche acarrea la ilusión
Contra la espuma salvaje del adiós
Lento es hora de luchar siempre a cuchillazos
Inclinado en la cruz latiendo de pronto
La lengua acostumbrada que se desviste
Tú caía sobre el terrestre amor herido
Cuando la costa el temporal lo tuvo abierto
Para tu ahora enflaquecido viento y cargado
De la fatiga que aúlla y canta esta fiesta.
...
Pero tú galopas los árboles al blanco de esa
Mano de cascabel orquestal venida de lirio
Y como enfermo yo marino del alma ternura
A mí y tú muda con alas las montañas al vértice.
Estás muriendo con cruces he visto dónde es
Solo eres delirante con tus brazos oscuros
Corazón me siento amargo ahuyentando las llamas
Mis palabras telas de araña que la lluvia
Te amo cielo desde que los pájaros de piedra
Pero se van las cosas que iba tú recuerdas
Los cerros formando entonces el arriba
De repente guardas tus ojos que amé
Y como de pinos voy enamorado de los hombres
Que enterró el poniente en el otoño frenesí
De estupor te forjé mi vestido de remolino
Y de súbito el tiempo de los campos falleció de musgo.
...
Un puerto que se aleja del viento y blancas manos
Llenas de un pedazo del mundo que la derriba tan lejos
Entre qué hoguera he visto zumbando mi guarida
Quiero hacer un círculo niña y mi corazón así
Tocarte latiente hasta erguido de anhelo de mujer
Y entristeces el sol entre algo en medio de los cerezos
Se parecen a tus ojos que dan viejas bocas aquí
Entre la llama y el árbol que muerden tu alma
Anclan las tardes y emigran y de peces las redes
Amarraron tus labios de espiga y escúchame
Triste la campana de mis ojos era una esperanza
Practicándose es de luz para que despiertes
De mí lado como un árbol ávido del incendio
Del cielo como mi compañera la noche y mi regazo
En la orilla de los primeros amores sólo recordarte
De todo entristecerla para que te des cuenta del dolor.
...
Inclinado en mis palabras más que pequeña gestiones
Tú me eras hecha nocturna y del solar canto del cuerpo
Eras en el alea lejano el viento que sigue las tumbas
Tienes sed tardía de la tempestad con todas las hojas
De los ríos de gris sedientos allí para mi alma niña
Ciruela cuajada de hojas secas he ido como flecha
Lejos de tu pecho aún a veces dividido de rosa y duro
Marcando en lentas cruzadas el velero de las flores
Desde los blancos brazos como fecunda y mi boca
Se alimenta de su volumen que hace detenerte única
Te siento hacia donde me dirijo la energía de tus ojos
Soy el dolor como las tardes que ocupas con tu vaho
Ebrio a ti van mis veranos que conoces nuestro silencio
Desde donde entrabas como el aire huyendo estival
De la madera que cruje el luto dorado de las horas sin ti
Viví en tu cintura hembra salvaje de raíces lejanas.
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